Una denuncia en la comisaría Novena de la Unidad Regional X de Posadas habría desencadenado varias quejas similares que apuntan a un presunto constructor de piletas en patios de viviendas familiares, que se aprovecharía del calor veraniego y el entusiasmo de sus clientes y, en lugar de bajarles la temperatura con un espacio para refrescarse, se las eleva al límite de la tolerancia porque no termina las construcciones pactadas y desaparece, sin dejar modo de ubicarlo, con la mitad del dinero acordado.
La presentación policial de una empleada de la Justicia provincial llegó, durante las últimas horas, al juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor y al fiscal respectivo, René Germán Casals. La denunciante acusó que el presunto constructor, al que contactó el último día de 2022 a través de la red social Facebook para solicitar un presupuesto para cumplir el deseo de su familia de pasar el verano con una pileta en su vivienda del barrio Itaembé Miní.
Una vez avanzado el proyecto y ya con diálogos constantes a través de la aplicación de mensajería Whatsapp, el “piletero”, cuya identidad este Diario se reserva para no interferir con la investigación, le solicitó la mitad del dinero pautado para la construcción.
La mujer confió y le entregó en mano 357 mil pesos en efectivo, la mitad del monto y a modo de seña para que en siete días la pileta esté completa y pueda disfrutarla.
Pero la labor de palas, picos y traslado de bolsas de arena y cemento habría durado cuatro días desde el 2 hasta el 6 de febrero. Al día siguiente el “piletero” y sus ayudantes no aparecieron y mucho menos terminaron la construcción.
Desde entonces no le respondieron mensajes a la víctima, salvo una respuesta por Facebook en la que el presunto estafador aseguró: “Quédese tranquila señora, le pido mil disculpas, tuve un percance, yo le voy a devolver toda la plata, no acostumbro a quedarme con nada ajeno”.
Según fuentes contactadas por PRIMERA EDICIÓN las mismas promesas de pileta en pocos días, de construir y de devolver el dinero por incumplir lo pactado, habrían sido replicadas a otros vecinos de Posadas, quienes tampoco pudieron determinar la dirección donde se alojaría el presunto timador.