“Los retos virales pueden jugar una mala pasada por el sentimiento de querer pertenecer”, afirman desde Chicos.net, organización que impulsa el uso seguro, responsable y significativo de las Tecnología de la Información y Comunicación (TIC), propiciando el pleno ejercicio de derechos por parte de los niños, niñas y adolescentes en entornos digitales.
Luego de que una niña de 12 años muriera en la provincia argentina de Santa Fe por realizar un reto viral, la organización vio necesario brindar consejos y herramientas fundamentales para dialogar con los niños, niñas y adolescentes acerca del peligro de ciertos contenidos digitales.
Señalan que la clave está en abordar la prevención de riesgos y el autocuidado de forma integral, en otras palabras, ayudarles a que puedan detectar las señales cuando algo les hace mal y generar con ellos un vínculo de confianza para que puedan acudir a nosotros si lo necesitan. Con eso saldado, hablar de retos es solo un paso más.
Tampoco quedarse en la superficie del problema. Buscar tensionar estas situaciones para ver qué hubieran hecho ellos en su lugar, cómo hubieran actuado si hubieran sido amigos de la víctima, qué pensarían o le dirían a los padres de los chicos que incitaron a esta temática.
Unos de los motivos más importantes por los que las chicas y los chicos se meten en estos desafíos son la popularidad y el no quedar excluidos. En ese sentido, desde Chicos.net llaman a que relativizar la idea de lo qué es ser popular, por qué, para qué y a qué costo.
Asimismo, es importante conocer la existencia de estos “challenges” y sus consecuencias para acompañar a chicos y chicas a distinguir cuándo están frente a un reto divertido de cuando están frente a algo que puede ser peligroso.
“Los retos seguros circulan mucho en Tik Tok y Reels. Suelen ser bailes, juegos y otras propuestas para divertirse con un desafío. Los retos peligrosos, en cambio, pueden dar lugar a lesiones físicas graves o daños permanentes. Algunos de los ejemplos más conocidos fueron el de Momo o la Ballena Azul, que incluían narrativas alarmantes de autolesiones o suicidio”, explican desde la organización.
Hay 4 pasos para chequear si un reto en línea es seguro o no, que pueden servir de puntapié para charlar con los hijos e hijas sobre este tema y también para reflexionar sobre cualquier contenido en línea:
1) Frená. Pensá en lo que estás mirando.
2) Pensá. ¿Es real? ¿Es seguro? ¿Es dañino? Si no estás seguro/a, consultá con una persona adulta o con tus amigos/as o buscá más información en fuentes autorizadas.
3) Decidí. Si puede hacerte daño, no lo hagas. No vale la pena ponerte en riesgo a vos y/o a otras personas.
4) Actuá. Reportalo en redes y no lo compartas.
Por otra parte, desde la organización recalcan la importancia de trabajar junto a toda la sociedad en la prevención de estos retos. “El Estado debe regular a las empresas y promover políticas de la alfabetización mediática; las empresas tecnológicas deben mejorar sus tecnologías de detección de contenidos peligrosos para la niñez; y las instituciones educativas, abordar estos temas en clase para evitar estas tragedias. Los padres y madres no son los únicos responsables de la prevención”, expresa Marcela Czarny, directora de Chicos.net.
Fuente: Medios Digitales