El suboficial acusado de agredir a su pareja en la vivienda que compartían en El Alcázar fue imputado en las últimas horas por “lesiones leves calificadas por el vínculo”, según informaron las fuentes.
Se trata de un cabo primero que fue detenido el pasado lunes 9 de enero y por sus propios camaradas, tras ser denunciado por violencia familiar. La acusación preventiva fue durante la audiencia indagatoria ante el juez de Instrucción de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez, y el fiscal Héctor Simon. En la oportunidad el individuo se abstuvo de declarar y se supo que le fue denegado el pedido de excarcelación que presentó su defensa.
De acuerdo a lo informado por la policía, ese día el sospechoso regresaba de una celebración familiar con su concubina e hijos menores en su automóvil.
En determinado momento, el hombre habría vuelto a subir al vehículo en presunto estado de ebriedad y cuando su pareja intentó impedírselo, el efectivo de 41 años enfureció.
Luego de una discusión comenzó a perseguirla para que le devolviera las llaves del rodado.
La víctima corrió hasta una casa vecina y llamaron a la policía. Según otra fuente, la tragedia no llegó a ser fatídica porque una pala de construcción con la que habría intentado atacar a la mujer se quebró y la parte metálica se desprendió del mango.
Por lo que mientras la víctima se defendía como podía, sufrió lesiones en el cuello, al parecer por el forcejeo o por la acción del tramo de madera de la herramienta, según la investigación. Con la aparición de los compañeros de tareas del individuo, la situación continuó intensa porque se negó al arresto e insistía en que iba a salir con su automóvil.
Una vez que lo redujeron y esposaron, lo condujeron a la comisaría local, donde se negó al test de alcoholemia.
“Cuatro cervezas”
Durante la jornada de ayer declaró ante la Justicia la pareja del imputado, quien habría relatado lo sucedido y negado que fue agredida con la pala, aunque vivió momentos de mucha tensión.
La mujer, de 39 años, habría contado que ese lunes 9 de enero “temprano, fuimos a un camping, a festejar el cumpleaños de mi nene. Él (por el sospechoso) habrá tomado como mucho cuatro botellas de cerveza de litro. A las 18 le pregunto: ‘¿en esas condiciones pensás manejar?’, porque el auto estaba sin arranque y la rueda pinchada. Eso lo alteró y comenzó a sacarse, comenzó a humillarme, a decirme por qué yo no le dejo ocupar el auto. Me empujó, me insultó y me escupió. Me siguió por toda la casa. Rompió un maple de huevos y se resbaló y se cayó en la puerta de la cocina. Cuando se levantó estaba malo, a su lado derecho había una pala chiquita, la cual agarró y la levantó nomás y la soltó. Entonces yo ya estaba desesperada, él no paraba de insultar. Me empezó a zamarrear, entonces le mordí el brazo y me corrió, pero tropezó con un tronco y se pegó un porrazo. Aproveché y corrí a la casa del vecino”, habría puntualizado la mujer ante el fiscal.