La Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO) sigue sufriendo la falta de gas. Todas las garrafas que llegan en el día se venden y no alcanzan a cubrir la demanda de los socios, quienes se ven en la obligación de optar por otras empresas.
“Recibimos dos veces por semana, el lunes llegaron 170 y en el día se vendieron, así que ahora esperamos por una nueva partida el jueves o el viernes”, confió a PRIMERA EDICIÓN uno de los empleados de la entidad.
El cartel de “no hay gas” hace que el raid por bocas de expendio de la ciudad se genere día a día. “Me fui a la CELO primero, porque mi idea era pagar con la factura de la luz (posibilidad que brinda la cooperativa a sus socios), pero bueno no me queda otra que pagar en efectivo en mi barrio, pero es mucho más caro”, señaló un socio.
“Encima no podés prever con exactitud cuándo te vas a quedar sin gas, así que si no tenés otra garrafa de reserva pasa esto”, lamentó.
Otra de las empresas, ubicada a la vera de la ruta nacional 14, mantiene un flujo constante de compradores en cada jornada. “Por suerte ahora alcanzamos a cubrir la demanda, se va normalizando”, manifestó el encargado. “Tenemos también el servicio a domicilio, que cuesta un poco más y a los comercios que a su vez fijan el monto para que les sea redituable”, indicó.
Los costos en las distribuidoras, está en los $1.230 pesos y a los comercios se vende en $1.500, por lo que en algunas despensas de barrio llegan a costar hasta $2.500 pesos.