Y así entonces estas navidades fueron diferentes para ella. Muchas fueron sus pérdidas durante el año.
Ya no estaban aquellos seres amados que de una u otra manera siempre estaban para sostenerla e iban en su auxilio.
Diferente, diferente; este año era diferente, y la incertidumbre la estaba embargando.
Fue su último árbol, el último que armó en su soledad. Pensando cuál sería su rumbo. Cuál sería su camino.
La noche anterior, la Noche Buena, se sentó frente a las fotos de sus Maestros y pidió; pidió y fue en su corazón donde explotó la luz con tal fuerza que se sintió rodeada de seres alados, invisibles pero tangibles para ella. Así fue como se quedó dormida, sin perder la ilusión ni la fe. Al otro día, de madrugada, sintió que alguien le susurraba: “Ya es el alba, busca tu regalo”. Tú también tendrás el tuyo. Será muy importante y te acompañará el resto del camino.
Será como una guía. Cuando pienses que estás sola simplemente vé y busca tu regalo. No lo pierdas.
Saltando de la cama buscó en su árbol de Navidad y encontró un sobre; simplemente era un sobre violeta. Al abrirlo, así decía: “Este es tu pasaporte a otro estado de conciencia. Esta es tu oración de pase, ya nunca estarás sola si aprendes a servir”.
Desde el Punto de Luz en la Mente de Dios…
Que afluya Luz a las mentes de los hombres.
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el Punto de Amor en el Corazón de Dios…
Que afluya Amor a los corazones de los hombres.
Que El Señor retorne a la Tierra.
Desde el Centro donde la Voluntad de Dios es conocida…
Que el Propósito guíe las pequeñas voluntades de los hombre;
el Propósito que Los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la Raza de los Hombres…
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
y selle la puerta donde se halla el mal.
Desde el Avatar de Síntesis que está aquí…
Que descienda su Energía a todos los reinos.
Que Él eleve la Tierra hasta los Reyes de la Belleza.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.