Después que Martín Viera falleciera, su hijo Guillermo se hizo cargo del Citroën 3CV, que era algo muy valioso y caro a los sentimientos de su padre. Era el año del mundial de fútbol y el docente de San Javier pensaba la forma de rendirle homenaje. Cada vez que utilizaba el vehículo, los vecinos lo identificaban con el antiguo dueño. Fue así que nació la idea. Y unos 40 días antes que empezara el campeonato lo mandó a plotear con la camiseta de Lionel Messi.
“Papá fue siempre un apasionado del Citroën 3CV. El primer auto que tuvimos fue de esa marca. Después tuvo otros, pero siempre quiso volver a tener uno. Era su sueño. Cuando pudo tenerlo, lo cuidaba como oro, lo restauraba, era algo que a él le gustaba mostrar a la gente, le gustaba que vean, que conozcan. No tenía problemas que la gente subiera mientras les contaba historias, anécdotas”, manifestó.
Y eso es lo que hizo Guillermo. Aunque algunos creían que “estábamos demasiado jugados o teníamos demasiada fe. Antes del inicio había muchas expectativas, pero nada seguro del resultado que podría obtener Argentina”. Después del primer partido algunos le dijeron que no saliera más en el Citroën. Pero “les respondí que como hincha de fútbol no iba a perder la fe, más aun, sabiendo que papá me iba a ayudar”, agregó.
Tras el segundo partido, salieron en caravana, y lo más lindo era ver “la manera en que la gente alentaba. En las carreras de autos cuando alguien gana, se ve cómo lo alientan, y en mi caso, pasaba y sentía ese aliento, y era una sensación muy linda recibir la alegría de la gente, la motivación. Y ¡ni hablar cuando salimos campeones!”, dijo Guillermo, que heredó la pasión por los fierros de su padre, un camionero y colectivero de profesión, apasionado de la mecánica, que estaba dispuesto a aprender siempre del tema.
Con sus hijos: Felipe, Santiago y Gimena, iba pensando qué cosas podrían ir adosando a medida que Argentina iba avanzando en el casillero. “Le agregamos banderas, le colocamos un parlante que pasaba el tema “Muchachos, Ahora Nos Volvimos a Ilusionar”, de “La Mosca”, pero modificada por Fernando Romero. Y para el último partido hicimos una Copa del Mundo”, que estrenaron unos minutos después que concluyera el campeonato. En los preparativos hubo mucho ingenio. Para crear, usaron planteras en desuso, caños de PVC, botellas plásticas, le dieron forma y la cubrieron con papel de diario tipo cartapesta. “Quedó bastante linda”, admitió Guillermo. Y acotó que “cuando salíamos en caravana todos nos pedían fotos. Íbamos parando, emulando lo que a papá le gustaba hacer. Subían al auto. Yo hacía de chofer, en compañía de mis hijos y sus amigos, Tomás y Gonzalo. Mi esposa, Marcia -docente de la Escuela Nº 563, del Paraje Las Correderas, que participó del programa “Bailando por un Sueño”-, se subió solamente el último día”. En caravana -siempre acompañados por el pincher de la casa- pasaron por las avenidas principales, Roque González, Queirel, Paraguay y el epicentro del festejo fue en la rotonda de acceso a San Javier.
Mensaje al hincha
Contó que su papá no era futbolero, pero era quien llevaba a Guillermo a la cancha desde pequeño y lo alentaba a que jugara al fútbol. Como maestro de la Escuela Nº 701 “Amanda Josefa Torres” está a cargo de primer grado y asegura que sus alumnos son futboleros “gracias a lo que les transmití. Reconocen al Citroën como mi auto e incluso querían que sus padres pintaran sus vehículos con los colores del auto del maestro”, señaló entre risas.
Explicó que el motivo de plotear el auto, era, entre otras cosas, “el tener presente siempre a papá, como buen padre, como buen abuelo, que siempre quería vernos alegres. Le gustaba vernos felices, que disfrutemos de las cosas y la verdad es que las caravanas fueron momentos inolvidables. Para mí, que soy papá, con mis hijos, con sus amigos, con los vecinos, con la gente del pueblo, no me voy a olvidar nunca de esto. Colmó todas las expectativas, tengo la tranquilidad de la misión cumplida”.
Como hincha de este deporte quiso dejar un mensaje. “Los hinchas somos los que tenemos que creer en las cosas, alentar. Vivimos una sociedad que se dedica mucho a la crítica, y a destruir lo construido, sobre todo, cuando hay derrotas de por medio. Si somos hinchas, siempre tenemos que alentar a nuestros jugadores. Después los resultados ayudan a que nos sintamos más alegres. Pero no podemos ser resultadistas y sólo pensar en las victorias, tenemos que estar alentando y con fe. Y creo que el auto representa esto, la fe en un buen equipo de fútbol, en disfrutar del momento, tranquilo, en paz, sin hacer locuras, sólo decorando el auto y saliendo a festejar”, reflexionó.
Viera recordó que su padre siempre fue chofer. Primero de camiones y después de colectivo. “Era camionero en la época de los antiguos rodados, cuando muchas de las rutas eran de tierra. Llevaba cargas para un supermercado de la zona denominado Casa García. Y fue colectivero de una firma que aún sigue uniendo a La Dulce con Posadas. Hizo excursiones por Chile, por Brasil. Como siempre le gustó la mecánica, llegó a ser piloto de una avioneta, después de hacer el curso, incluso yo volé con él”. Sostuvo que en la década del 80 existía en San Javier un aeroclub que había comprado un avión. “Se habían juntado varias personas encabezadas por ‘Pepito’ García, un comerciante exitoso del momento, e hicieron la inversión. Después, el hombre se fue, y el aeroclub se disolvió cuando la avioneta tuvo un accidente y falleció el piloto, a mediados del 90. Hoy no está ni la pista”.
Mari, su mamá, siempre decía que le agregara una frase para recordar a su esposo. “Como hay un modelo de Citroën que se llama Citroneta, lo pensamos, terminé asociando a la Scaloneta y le puse Martineta por Martín (la máquina de Martín)”, dijo quien sigue usando el móvil. “Lo preparé para la caravana, pero diariamente lo uso para andar por el pueblo. Por ahora seguirá ploteado pero con el paso de los días y bajo los intensos rayos del sol, ser irá deteriorando”.
El Mundial pasó y en San Javier todos quieren sacarse una foto con la Martineta, un auto ploteado en celeste y blanco para festejar el triunfo de Argentina.
Equipo de fútbol de categoría Sub-14 2008
“Debido a la pasión que tenemos en la familia, hicimos resurgir al equipo del barrio San Ramón. Más allá de salir campeones y de traer alegría al país entero, gracias al fútbol y a esas pequeñas cosas, los chicos son muy felices. Hacer un campeonato, jugar en una cancha grande, conseguir camisetas. Esas cosas son las cosas buenas del fútbol. Con estos chicos el Citroën se convirtió en un emblema porque llevamos pelotas a los entrenamientos, vamos a los partidos de este campeonato. Todo el mundo reconoce a este 3CV ploteado con la figura de Messi”.