Un grito de auxilio y un niño con una herida en el tórax, fue lo que oyó y vio el dueño de una vivienda de calle Las Flores casi Bella Vista de Jardín América. En el suelo del patio trasero yacía el cuerpo sin vida de Darío Natanael Morgenstern (12) a causa de un disparo. El que blandió el arma huyó de la escena, estuvo prófugo y se presentó ante la Justicia. Ahora el juez de la causa confirmó que la investigación lo señala como el autor del hecho.
El Juzgado de Instrucción 2 de Jardín América a cargo del magistrado Roberto Sena, le dictó la prisión preventiva por el delito de “homicidio simple” a Juan Ramón “Koki” Rodríguez (19). De ser hallado culpable en juicio le cabría una pena de entre 8 a 25 años de prisión.
El caso se conoció durante la mañana del domingo 18 de septiembre pasado. Marcelo Rodríguez (23) un joven con una discapacidad motriz, dormía en su vivienda cuando escuchó un estruendo y ruidos en el portón delantero. No vio a nadie pero sí al menor sin vida en el suelo. No entendía qué había sucedido.
Llamó a la policía y rápidamente desde la comisaría salió un móvil en dirección al domicilio ubicado en el Barrio Nuevo. Constataron el hecho y tras dar aviso a la autoridad judicial efectivos de la Policía Científica realizaron las pericias de rigor mientras los investigadores intentaban determinar qué sucedió en ese lugar.
Supieron que en horas de la madrugada el niño, junto a “Koki” y otros jóvenes, había estado en una plaza cercana y antes de las primeras luces de la mañana se dirigieron a la casa donde ocurriría el caso.
“Koki” tenía antecedentes por abuso de arma de fuego y por esas horas portaba lo que sería una escopeta recortada. Ese dato lo aportaron testigos que estuvieron en el lugar.
Los jóvenes se habían reunido a consumir bebidas alcohólicas y presuntamente estupefacientes. En un determinado momento “Koki” Rodríguez manipuló el arma. No se sabe hasta el momento si lo hizo con la intención de dispararle al niño o si se le escapó el tiro. Todos corrieron y ese puede haber sido el ruido que escuchó en su portón Marcelo Rodríguez.
El presunto autor había sido identificado pero no lo pudieron encontrar. Fueron ordenados allanamientos que no dieron resultado. “Koki” trabajaba en Eldorado y por allí tampoco se sabía de él.
El 12 de octubre, 24 días después, se presentó en el juzgado en compañía de su madre y un abogado. Quedó detenido inmediatamente al ser el principal sospechoso.
En su declaración indagatoria dijo que no se acordaba nada de lo sucedido. Sólo que cuando se dio cuenta estaba en un monte.
Darío Natanael fue sepultado en el cementerio local al día siguiente del hecho. La autopsia determinó que murió a causa de una lesión producida por perdigones. El disparo fue efectuado a corta distancia. Esto pudo determinarse porque los proyectiles no alcanzaron a separarse tras salir del caño del arma, pero actuaron como una sola bala.
Elvira Espíndola (37), madre de Darío habló por aquellos días con este Diario. Mencionó que aguardaba completar trámites legales tras enterrar a su hijo para irse de Jardín América.
“Nos queremos ir de Jardín. La semana que viene lo vamos a hacer. Ya demasiado el miedo que tenemos. Tengo dos hijos varones más y ayer ya por temor no los dejé ir a la casa de un vecino a jugar”.
Pinamar, donde residía su hija era el lugar donde iba buscar alejarse de la tragedia.