Las trabas en la importación siguen generando problemas en distintos sectores. En el caso de la foresto industria, hay ramas que están trabajando al 70% debido a las medidas nacionales, ya que todavía no puede ingresar al país la cantidad necesaria de resina que se necesita para el desarrollo total de la actividad. Además, se acercan los meses donde la demanda merma por lo cual las empresas ya se preparan para otorgar las vacaciones a sus trabajadores a pesar de que ya habían adelantado días meses atrás.
Román Queiroz es el presidente de una de las empresas que fue afectada por las medidas de importación y también está al frente de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA); en la ocasión brindó un panorama de cómo se desarrolla el sector de la foresto industria en la tierra colorada.
“Las importaciones se están realizando, pero con problemas y con mucha burocracia. No se puede importar todo el volumen que requerimos, estamos importando un 60% o un 70% de nuestras necesidades”, mencionó a PRIMERA EDICIÓN.
Señaló que “el problema es que demoran mucho en aprobar una gira, dan 90 días para el pago y esto se debe negociar con el proveedor para que mande a crédito”.
Apuntó que “es decir que las aprobaciones salen, pero el problema es que te dan un plazo a 90 días para pagar, por lo cual el proveedor te da a cuentagotas y no te manda todo porque él tampoco tiene la espalda financiera y la credibilidad en el país de que en 90 días vamos a poder pagarle toda la factura”.
Queiroz describió que “con lo que recibimos tratamos de manejarnos con los clientes y los pedidos. Estamos a un 70%, es decir que tengo capacidad para fabricar diez, pero estoy fabricando siete”.
Vacaciones y exportaciones
El presidente de FAIMA habló sobre la actividad de diciembre y enero, que son meses en los cuales se suele registrar una menor demanda. Indicó que “se van a otorgar las vacaciones igual. Por un lado, porque el mercado cae mucho y, por otro, porque es una forma de descomprimir la presión que tenemos para pedir más insumos para importar, ya que si sigo trabajando tengo que seguir importando, entonces es una manera de descomprimir eso. No nos queda otra”.
En el caso de su empresa, recordó que “ya habíamos dado vacaciones la vez pasada. Pero, hay personal que tiene más días de los que habíamos otorgado porque es muy antiguo. Mientras que el resto seguro trabajará en otra área para no tener que suspenderlos”.
Ejemplificó que “quizás trabajarán en el sector de laminado y no de encolado, porque nuestro problema es el encolado porque necesitamos resina para encolar las láminas de madera”.
Pero remarcó que “somos un sector distinto del aserradero porque hay mucha construcción grande. Estamos vendiendo para el gasoducto Néstor Kirchner, pero en el sector del aserradero es otro panorama porque se está exportando menos que antes y los aserraderos que mandaban al mercado externo ahora lo vuelcan al interno. En los últimos seis meses bajó un 35% la demanda”.
Con respecto a eso, Domingo Paiva, secretario general del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera (SOIME) dijo a este Diario que “no hay una comunicación formal en cuanto a reducción de jornada o suspensión, lo que sí se dio fue un adelantamiento de vacaciones, en muy pocos casos y principalmente se dio en aserraderos que estaban exportando”.
Comentó que “lo que sabemos es que esas empresas tienen suspendidas las notas de créditos que venían vendiendo. Por ejemplo, Estados Unidos que estaba comprando ahora no lo hace y lo mismo pasa con otros países”.
Sin embargo aclaró que no hay reducción de jornadas a menos de ocho horas. “Algunas empresas estaban trabajando 10 horas o 12 horas, es decir estaban con horas extras y esas se redujeron; de igual manera esto perjudica al ingreso del trabajador que venía muy bien con esas horas extras en este tiempo de inflación”.
Ante esto, describió que “estamos pendientes de lo que suceda y a disposición de la Cámara Empresaria para conversar y llegar juntos a un acuerdo para que el perjuicio no sea para el trabajador, eso es lo que no queremos. Junto con el empresario tenemos que buscar la forma de que el trabajador lleve el salario básico correspondiente”.