Se concretó ayer la segunda audiencia en el debate que tiene como imputado a Adrián Krutki (36) por la muerte de Gisela Lorena Ferreyra (32) y su hijo Cergio Ferreyra de 12 años. Declararon profesionales que intervinieron en las pericias y los exámenes del siniestro además de la hermana del encartado.
El primero en sentarse frente al juez Correccional y de Menores 2, César Jiménez, quien compone el tribunal unipersonal en la sala de debates del Juzgado Correccional y de Menores 2, fue Daniel Balmaceda, licenciado en criminalística encargado de las pericias tras el hecho. “En el lugar, me pidieron que detalle los factores que pudieron provocar el siniestro. La calzada estaba bien y si bien era de noche la visibilidad parecía normal y en las pericias al automóvil no se encontraron fallas mecánicas, por lo que el factor humano en este accidente fue importante”, dijo.
Balmaceda confirmó lo declarado en la etapa de instrucción y dijo que quedó probado que el vehículo que conducía Krutki impactó por detrás a la motocicleta en la cual viajaban Lorena y Cergio a una velocidad aproximada de 92 kilómetros por hora y ese fuerte impacto provocó que los cuerpos se desplazaran bastantes metros sobre la calzada, otro indicio que de la velocidad era excesiva e imprudente de acuerdo a la condición en la que se encontraba el conductor.
A su vez, Balmaceda dejó en claro que los estudios practicados determinaron que, si bien no se pudo determinar la velocidad de la motocicleta, “sí queda claro que el vehículo de mayor porte iba más rápido y por los daños en el mismo, paragolpes, luces y parabrisas, es evidente que uno de los cuerpos golpeó con el vehículo tras el impacto y allí rebotó más de 20 metros”.
Por su parte, la bioquímica María Celia Palczewicz, fue quien analizó las muestras de sangre tomadas a los fallecidos y a Adrián Krutki y su hermana una vez que se presentaron en sede policial.
“La muestra del señor Krutki fue la única que dio positivo, 1,56 gramos de alcohol por litro de sangre. A los demás, el resultado fue no detectable, es decir negativo”. Esto en referencia a la hermana del conductor que viajaba en el vehículo y a los fallecidos según explicó la profesional.
El tercer testimonio de la jornada fue el de Ramón Sotelo, el hombre que llegó en primer lugar minutos después del siniestro. “Yo pasé y me detuve porque vi una persona tirada en la ruta, di vuelta en ‘u’ y me acerqué. Se escuchaba como gemía, era una mujer y expulsaba sangre al respirar por la boca”.
Los dos últimos testimonios que dejaron relevancia fueron el de una psicóloga que atendió a Ezequiel, hermano e hijo de las víctimas, en ese momento de diez años.
Por cuestiones de secreto profesional, no se puede revelar detalles, pero sí confirmó que el tratamiento duró dos años y fue quien recomendó salir de la ciudad para poder empezar de nuevo, tanto a Ezequiel como a su abuela.
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Mariela Krutki, la hermana del encartado y quien viajaba en el vehículo el día del siniestro, fue la que cerró la jornada.
“Nosotros somos conscientes del daño que hicimos, una familia quedó destrozada, pero para la nuestra tampoco fue fácil. Fueron once años terribles, no somos malas personas, lo que pasó fue una desgracia, un accidente”.
Fueron las palabras con que la mujer resumió lo sucedido. Luego fue el turno de responder preguntas de la fiscalía y la querella, principalmente por los motivos que abandonaron la escena trágica: “Mi hermano acelera para cruzar a un colectivo y cuando nos metemos al carril siento un impacto. No sé qué fue, pero el parabrisas se me cae encima, me lastimé y comencé a sangrar. Entramos en shock los dos, me llevó a mi casa y a las horas nos presentamos en la comisaría”.
Esto generó conmoción e incomodidad dentro del debate. Rosa, madre de Lorena, no dejó pasar la oportunidad y antes de que Krutki se retirara le dijo a viva voz: “No era un bulto, eran dos personas, acá las tenés, miralas”, en función a que le exhibía una fotografía de las víctimas y con lágrimas en los ojos.
El juicio pasó a cuarto intermedio hasta mañana y se espera que culminen las testimoniales y se dé lugar a los alegatos. La sentencia podría conocerse recién el lunes próximo.