Casi once años después, finalmente ayer se inició el debate oral a Adrián Alberto Krutki, imputado por doble homicidio culposo agravado. La mujer de 32 años y su hijo de 12, fueron embestidos por el encartado quien iba al mando de un Ford Escort sobre la ruta provincial 1, cuando las víctimas circulaban en una motocicleta Gilera 110, a metros de la calle terrada que conecta con la avenida Zubrzycki de Apóstoles pasadas las 20 del domingo 11 de diciembre de 2011.
En la sala de debates del correccional 2 y con el tribunal unipersonal compuesto por el juez César Giménez, con Amalia Spinnato como representante del ministerio fiscal y la querella a cargo de Margarita Beltrametti, pasadas las 9.30 se dio lectura del requerimiento de elevación a juicio en la causa que llevó la instrucción del juez Miguel Ángel Faría de Apóstoles y la fiscal Silvia Barronis. El acusado es defendido por José Antonio Reyes.
Se prevé que declaren hoy seis testigos ya que, al ser una causa con más de diez años, algunas personas que estaban citadas no fueron habidas y otras fallecieron. La única en declarar en la jornada inicial fue la madre de Gisela Lorena Ferreyra y abuela de Cergio, Rosa Ferreyra (59).
Rosa dio su testimonio y recordó las horas antes del siniestro y después dio su parecer de cómo eran su única hija y primer nieto, ambos fallecidos como consecuencia del hecho que se ventila en el debate.
“Ese día del accidente yo estaba con mi nieto Ezequiel, en ese momento de 10 años en un club de Apóstoles. Mi hija Lorena se fue con Cergio porque él tenía que estudiar. A la tardecita de aquel día una sobrina me avisa lo que pasó y yo no entraba en razón, quedé como perdida. Salí a caminar y volví a mi casa, hasta que me descompensé y me tuvieron que hospitalizar”, acotó.
“Cuando me estaban atendiendo comencé a ver gente conocida y supe que la cosa no estaba bien. Yo tenía las esperanzas de que sólo fuese un accidente, que estarían bien, que se recuperarían. Hasta que llegó una enfermera conocida de Lore, así le decían todos, porque además hace poco se había recibido de enfermera. Me dice esta chica, Rosa, tenés que ser fuerte, ahí se me desmoronó el mundo. Ahí supe que me mataron a mi única hija y a mi nieto”, contó entre lágrimas.
Con la voz resquebrajada, lágrimas en los ojos, Rosa se tomó una pausa, reunió fuerzas y continuó. “Este señor (en referencia a Krutki) no sólo se llevó las vidas de mi hija y nieto, sino la mía también. Es un dolor del que no me puedo reponer y necesito justicia, para que sus muertes no sean en vano”, agregó.
En este contexto, la mujer explicó que “ellos eran unos seres especiales, mi hija siempre ayudando a los demás. Traía a los animalitos que encontraba por la calle para ayudarlos, colaboraba en un asilo de ancianos y hasta tenía la idea de traer a dos de ellos que no tenían familia a pasar las fiestas con nosotros. No pudo cumplir eso, por lo que le pasó. Cergio era un niño tan especial, mi debilidad y me lo arrebataron”.
Lorena era su única hija y Cergio el primero de los dos nietos, en este marco, Rosa emocionó a todos dentro de la sala de debates.
“Ellos eran mi vida, Cergio me podía, yo vivía a través de él al verlo tan feliz, bueno, revoltoso, travieso y activo. Mi hija trabajaba de sol a sol para ayudarme, los dos eran solidarios con todo el mundo, seres muy especiales”.
Ezequiel (20) hermano de Cergio e hijo de Lorena, dijo tras la jornada: “Nada me va a devolver la vida de ellos, trato de estar fuerte como lo hice hace 10 años, por mi abuela, mi familia y esperando que se haga justicia”.
Hoy, por pedido del acusado, ya no presenciará el debate y permanecerá custodiado en una sala contigua del tribunal. La jornada comienza a las 9.