Cybill Carrero cuenta que cuando empezó a estudiar sobre el cáncer descubrió lo del agua y su memoria y recordó que “a los pocos días me lo comentó un odontólogo especializado en biodecodificación bucal que me realizó una limpieza dental para evitar alguna infección; ya que por el tratamiento suelen salir algunas llagas dentro de la boca”.
Ya todos conocen a Masaru Emoto (1943 – 2014), el médico japonés especializado en medicina alternativa quien se propuso demostrar que el agua tiene memoria y nos puede ayudar a sanar.
Las moléculas del agua reaccionan a nuestras palabras.
Emoto, afirmaba que las palabras, pensamientos, emociones y sonidos dirigidos hacia el agua influían sobre la forma de su estructura molecular. Para demostrarlo, realizó un experimento con el que logró evidenciar lo que venía afirmando.
El experimento:
Consistió en tomar muestras de agua de una fuente de agua pura. Congeló unas gotas, las examinó con un microscopio y las fotografió. En las fotos se veían unos hermosos hexágonos cristalinos parecidos a los copos de nieve. Adicional; tomó agua de un río contaminado y repitió el mismo proceso, obteniendo como resultado una imagen con una forma sin estructura.
Realizó otro experimento que consistió en colocar agua en varios recipientes.
A unos los trató con pensamientos, música o palabras positivas y a otro grupo con lo opuesto. Luego congeló unas gotas de esas aguas y al observarlas a través del microscopio, encontró con que las moléculas del agua variaban según el tratamiento que habían recibido.
Las que fueron sometidas a energía positiva tenían hermosas formas de hexágonos, totalmente transparentes. Mientras que las que fueron expuestas a energía negativa, no tenían la forma totalmente definida, sino algo deformes y en algunos casos sus bordes o centros presentaban un color oscuro.
Adicional a ésto, algunas muestras fueron expuestas a música clásica (la sinfonía Nº40 en Sol menor de Mozart) y tuvieron formas delicadas y simétricas. Otras fueron expuestas a una canción triste de Elvis Presley y los cristales se partieron en dos. Mientras que las expuestas a música heavy metal y a palabras negativas no formaron cristales sino estructuras caóticas y deformes.
Masaru Emoto, escribió un libro titulado: «Los mensajes del agua», donde resume los resultados y las fotografías que obtuvo luego de realizar el experimento.
¿Cómo usé esto para sanar?
Cuando vi los resultados de Masaru Emoto, decidí usarlo como otra herramienta para sanar del cáncer de mama que estaba atravesando en esa época (2015). Porque si nuestro cuerpo está compuesto en su mayoría por agua, es lógico que si tomamos agua de buena calidad, cargada con palabras, emociones y pensamientos positivos, puede repercutir positivamente en nuestra salud.
Usé botellas de vidrio para racionar mi agua. A unas les coloqué la palabra salud, alcalinizar y a otras détox, porque necesitaba desintoxicar mi cuerpo de tantos medicamentos que estaba recibiendo.
Desde entonces, mantengo mi botella de agua personal con una etiqueta como salud, amor, alcalina o gracias.
Te invito a que actives tu agua con palabras, intenciones y emociones positivas. Porque aunque no veamos los resultados a simple vista, ellos están ahí y reaccionan a nuestra energía. Usemos este conocimiento, porque nuestros pensamientos y emociones pueden ayudar a que el agua se convierta en una herramienta para sanar.
Una reflexión de Emoto que me encanta: «El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia a mejor absolutamente. Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos comportarnos igual. Debería usted. aplicar mi teoría a su vida para mejorarla». Masaru Emoto.
A veces necesitamos ponernos etiquetas a nosotros, en nuestro cuerpo, de las que nos dicen palabras bellas. laflakacomesano.com/ Cybill Carrero.