La cándida es un tipo de hongo que todos tenemos, pertenece a la flora vaginal, el tracto urinario, la boca, la garganta y los intestinos; y que, en niveles correctos, no ocasiona ninguna molestia a nuestra salud.
Pero ¿qué pasa cuando estamos muy cansados, nerviosos, ansiosos, tomamos antibióticos o no podemos canalizar una situación positivamente? Ocasiona que el sistema inmune se vea debilitado, se pierde el equilibrio y la flora normal aumenta produciendo síntomas de enfermedad: candidiasis.
Además de un conveniente tratamiento tópico y vía oral, que los médicos -hasta sin revisar o pedir estudios-, lo medican por sus características tan particulares, lo que hay que hacer es tratar la raíz de la situación.
Dentro de las situaciones básicas que ocasiona figuran: inflamación generalizada, síntomas variados como picor en áreas diversas del cuerpo, dolores menstruales, cambios de temperatura, infecciones vaginales, urinarias, hasta trastornos de humor, depresión, etc.
Es un desequilibrio generalizado. Esto sucede porque porque la barrera intestinal deja pasar los tóxicos y las diferentes partes más sensibles se alteran y cambian, produciendo que los tóxicos del cuerpo no se eliminen.
No deben tomar probióticos en esta etapa, ya que aumenta la toxicidad.
Por eso es tan importante cumplir las etapas del tratamiento: desintoxicar y desinflamar.
Teniendo como base el hígado y una justa cantidad de nutrientes para que el exceso de hidratos no lleve a más complicaciones. Los dulces, lácteos y refinados es lo que primero sacamos para luego ir viendo cuál es el órgano retentivo y desintoxicarlo.
Es escuchar, evaluar y seguir a cada paciente en particular porque si está atravesando una infección que toma antibióticos con 70 años no es lo mismo que si pasa una infección a los 20. Si está estresado debemos dar otras alternativas o si es diabético, cada paciente es diferente.
Los probióticos son gérmenes que ayudan a restablecer la flora, prebióticos ayudan a desarrollarse las bacterias y aumentar defensas.
Hidratos de buena calidad son frutas y verduras que positivamente nos nutren y son el alimento de las bacterias. Pero hidratos son también las pastas o panificados.
Comer una fruta es bueno pero si lo licuo se absorbe más rápido y aumenta el nivel de azúcar que es alimento para las cándidas.
Tratar las cándidas es un arte y cada paciente tiene su manera de equilibrarse a través de muchas técnicas, que disminuyen las hormonas del estrés, base del desequilibrio.
Luego dar una alimentación precisa y acorde a cada cuerpo para graduar y dar lo adecuado en cada etapa. Repito la palabra etapa porque es un tratamiento que dura mínimamente tres meses para reponer bien las membranas intestinales y equilibrar flora con estilo de vida saludable.
La candidiasis es un llamado de alerta al desequilibrio que estamos viviendo.
Es posible controlar, no erradicar.
Nuestro organismo es maravilloso: comer lo justo, trabajar y recrearse lo justo, siempre equilibrio en todo es lo que busca; cuando lo perdemos hay un órgano en nuestro cuerpo que lo nota y llama la atención para que rápidamente nos detengamos. Replantearnos cómo estamos porque si no lo hacemos aumentan los llamados de atención.
Tomar comprimidos, colocarse óvulos en forma crónica no nos lleva a la solución y nos genera cada vez más resistencia.
Conocerse es tener la opción de poder elegir y cuidarse de la manera adecuada.
Feliz y bendecido domingo.