El salario real de los trabajadores privados de Misiones perdió, en promedio, 12,3% de su poder adquisitivo a causa de la inflación en un plazo de seis meses, entre los últimos tres meses de 2021 y los tres primeros meses de 2022. Esto quiere decir que un asalariado percibe su paga y puede adquirir 12% menos de bienes o servicios que en el trimestre anterior. En general, todas las provincias sufrieron pérdidas salariales en la actividad privada.
Por ejemplo, si se compara el salario real promedio del cuarto trimestre de 2021 contra el salario real promedio del primer trimestre de 2022, Tierra del Fuego (-20,1%) y La Rioja (-24%) fueron las más perjudicadas en términos de poder adquisitivo. Estas últimas dos variaciones tienen una particularidad: se trata de provincias antagónicas en cuanto a salario promedio absoluto: mientras que La Rioja es la segunda provincia con salarios más bajos, Tierra del Fuego es la cuarta con salarios más altos. Es por ello que una variación negativa de tal magnitud resulta relativamente más perjudicial para los trabajadores riojanos.
Las pérdidas más bajas en poder de compra del salario se dieron en Santa Cruz (-3,2%), San Juan (-5,1%) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (-5,8%). Santa Cruz resulta en consecuencia la provincia con los trabajadores privados registrados más favorecidos: son los que perciben las remuneraciones más altas y, al mismo tiempo, los que menos pierden contra la inflación.
Los datos pertenecen al Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) y fueron publicados esta semana en el informe de coyuntura del IERAL “Consecuencias de la informalidad en el salario de los trabajadores” elaborado por Laura Caullo y Joaquín Aguirre. En el mismo, a la vez, se puede analizar el monto y la evolución del salario registrado privado a nivel provincial.
En promedio, en el primer trimestre de 2022 las remuneraciones más altas les correspondieron a provincias patagónicas: Santa Cruz ($248 mil), Chubut ($199 mil) y Neuquén ($196 mil). Por otro lado, las más bajas se percibieron en Santiago del Estero ($85 mil), La Rioja ($86 mil) y Misiones ($90 mil). El promedio nacional, por su parte, se posicionó en 135 mil pesos.
Formal e informal
Las caídas en el poder adquisitivo fueron tanto más comunes como más pronunciadas para los trabajadores del sector privado no registrado que para los registrados. Los informales sufrieron una pérdida interanual en 46 de los 57 últimos meses analizados (equivalente al 81%), mientras que los trabajadores registrados perdieron en 40 de los últimos 57 (70%).
Por otra parte, la pérdida interanual promedio para el sector privado informal fue de 9,7%, mientras que la pérdida interanual promedio para el formal fue de sólo 5,7%. En Argentina más de 11 millones de personas se desempeñan laboralmente en relación de dependencia en el sector privado. No obstante, el 43% son asalariados informales, es decir, hay 4,9 millones de trabajadores que estando en relación de dependencia no realizan aportes y contribuciones al sistema de seguridad social.
Esta significativa presencia de la informalidad implica una brecha salarial entre puestos formales e informales, que tiende a ampliarse en el tiempo. Dado que los no registrados enfrentan mayores dificultades a la hora de evitar la erosión de sus ingresos en el actual contexto de alta inflación (sólo en los primeros 8 meses de 2022 ya se acumuló 56,4%). Esta disparidad creciente se suma al hecho de que los asalariados informales ganan en promedio una remuneración menor a la de sus pares formales.
Según datos del Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), en el primer trimestre de 2022, la brecha entre remuneraciones de asalariados formales e informales del sector privado, fue del 136%.
Es decir, los trabajadores informales debieran más que duplicar su retribución sólo para alcanzar a los ingresos medios de los trabajadores registrados.
Los sectores públicos
La situación de los trabajadores del sector público registrado se encuentra en un punto intermedio entre los dos grupos del sector privado: sufrieron una caída interanual real en 42 de los 57 meses (74%), y en promedio perdieron 7,3% en cada uno de esos 42 meses.
En el último año fueron los más beneficiados, dado que su salario real (medido por este índice) aumentó 5,4% desde junio de 2021 hasta junio de 2022. En el mismo período, el salario real de los trabajadores del sector privado registrado aumentó sólo 2,7%, contra una pérdida de 3,5% para los no registrados. En cuanto a las variaciones interanuales, el sector público viene experimentando cuantiosas variaciones positivas (4,7% en promedio) desde septiembre de 2021.