Tenemos el juicio de que la oscuridad es mala, nos da miedo, por eso la evadimos, la negamos, así como también nuestras emociones negativas, nuestra ira, envidia, competencia, la necesidad de ganar, ser primeros, ser los mejores.
Mostramos nuestra mejor versión siempre tratando de tapar nuestros miedos, autoestima baja, ya que de esas cosas no se hablan, no se muestran porque son juzgadas.
Visitando los penales pude observar que ahí está presente esa oscuridad, son personas que han sido condenadas por acciones que no están permitidas en nuestra sociedad, como matar, robar, abusar.
Creemos que no somos así, sin embargo, nosotros muchas veces matamos a una persona cuando juzgamos y opinamos sin saber, y lo hacemos todo el tiempo.
Yendo a estos lugares me di cuenta que cualquiera de nosotros puede terminar ahí, porque no sabemos qué puede pasarnos en la vida. En esos lugares, la oscuridad está reconocida, en nosotros no, que no significa que no la tengamos. A veces escucho charlas y nadie reconoce que para pelear se necesitan dos; solamente nos victimizamos para ponernos en un lugar de superioridad con el otro.
El otro tiene la culpa yo no y así negamos la posibilidad de auto observarnos y ver la oscuridad que tenemos.
En una sociedad donde naturalizamos la violencia de todo tipo tenemos que saber que nosotros también somos parte de la sociedad. Osea que yo también soy parte de esa violencia.
Crece la violencia día a día, la trata, la prostitución de menores, y ¿quienes consumen eso? El ser humano.
Cuando nos comparamos con otro y nos sentimos mejor, ahí en ese momento deberíamos pensar, ¿qué hace que crea que soy mejor que el otro?
Nuestra oscuridad está presente en nosotros, vive ahí y para llevar luz a nuestra vida, no se trata de taparla sino de iluminarla, mirarla, no juzgar, y elegir hacer crecer en nosotros esos valores que nos ayudan a convivir respetuosamente con el otro.
Hoy los invito a mirar esa parte oscura que todos tenemos, reconocerla, abrazarla, e iluminarla. Después de todo nadie es tan bueno, ni tan malo. Solo somos seres humanos aprendiendo a vivir.