La presunta participación o colaboración en el crimen a machetazos de Lorenzo Ramón Da Rosa, hace diez días en un camino rural de colonia Las Quemadas de Cerro Corá se sumó, durante las últimas horas, al expediente que instruye el juez Ricardo Walter Balor.
Un hijo de 14 años de Teresa del Carmen Venencio, quien junto a ella logró escapar del ataque del único detenido hasta el momento, José Andrés Quednau (37), declaró el jueves en el Juzgado de Instrucción 6 de la Primera Circunscripción Judicial y señaló que el miércoles 7 de septiembre (pasadas las 15) vio a un hombre a caballo a pocos metros del punto donde el agresor intentó matar primero a su madre y luego concretó el objetivo de asesinar al concubino de ella.
El menor no pudo identificar al supuesto cómplice o colaborador de Quednau porque lo observó cuando con Venencio corrían para buscar auxilio hacia una carbonería a 500 metros aproximadamente.
Un tercer testigo clave del homicidio y la tentativa de femicidio de Las Quemadas en su declaración a los efectivos de la Unidad Regional X, coincide con el adolescente y habría aportado más datos por lo que, aunque resta que ratifique su testimonio en sede judicial, el juez Balor solicitó se busque y detenga al posible partícipe.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN remarcaron que este hombre a caballo estaría identificado como un colono o peón de la zona, por lo que los investigadores de la UR-X confían en ubicarlo y aprehenderlo rápidamente. De su versión o coartada el ataque de Quednau no dependería, ya que los testigos y víctimas así lo ratificaron hasta el momento, tanto Teresa Venencio como su hijo de 14 años.
Sí, podrá aclarar qué rol cumplió, en caso de haber participado del crimen y si estaba al tanto de que Quednau planeaba atacar con machete al actual concubino de su expareja.
Para que su situación procesal no sea aún más grave deberá fundamentar una coartada sobre por qué no frenó al agresor y evitó el medio centenar de machetazos a Da Rosa.
Quednau se encuentra detenido y fuertemente vigilado por efectivos de la Unidad Regional X quienes lo detuvieron luego de haber masacrado a Da Rosa, persona con discapacidad motriz (amputada la pierna izquierda), que sufrió las estocadas de arma blanca y que le abriera el pecho y le arrancara las entrañas y corazón.
El presunto asesino, oriundo de zona rural de Arroyo del Medio, tras interceptar a Da Rosa y atacarlo furioso porque comenzó una relación de pareja con su exconcubina, Teresa del Carmen Venencio (42), ató en cruz las muletas de madera de su víctima con sus intestinos y la clavó a un costado del camino de picada de Las Quemadas y a 300 metros de la vivienda de la mujer quien también sufrió heridas de machete pero que alcanzó a huir junto a su hijo hacia la carbonería donde fue resguardada y desde donde se pidió ayuda a la policía.
El homicidio se concretó en una zona de cerros entre colonia Tacuaruzú y Cerro Corá y a pocos metros de la comunidad mbya “Urundai-ti”.
A las 16.40 la patrulla de la comisaría de Profundidad arribó al lugar y halló, al lado del cadáver masacrado, a Quednau con lesiones en la cara y cubierto de tono escarlata, manchado con sangre fresca y que no dudó en lanzar al aire: “Me tomé como medio litro de la sangre de este”.
De inmediato fue reducido y esposado y con el arribo del juez de Instrucción 6, se ordenó su traslado a la comisaría de Profundidad.
Mientras esto ocurría, peritos de la Policía Científica analizaban el cadáver y tomaban los primeros registros. Pero también era trasladada, al Hospital Madariaga, Venencio con un corte y fractura en el rostro.
Hasta el momento, todo indica que Quednau esparció a su alrededor, los restos tajeados de pan, paquetes de yerba, piezas de pollo, dulce de leche y otros alimentos más. También los plantines de flores que Da Rosa traía para la casa de Venencio, una precaria construcción de madera en una chacra donde funcionaba un pequeño horno para quemar carbón.
Parte del pan y pollo se los habría introducido en el hueco que le abrió en el tórax y por donde extrajo los órganos.
Silencio
José Andrés Quednau hace una semana siguió el consejo de su defensor oficial, Miguel Ángel Varela, y se abstuvo de ser indagado. No obstante, fue notificado de la imputación provisoria por los delitos de “homicidio simple y tentativa de femicidio”.
El peón rural, carbonero y criador de animales, entre otras labores, se amparó en su derecho de no declarar en su contra y no responder sobre lo sucedido entre las 15 y 16.40 hace diez días, cuando fue detenido luego de quitarle la vida a Da Rosa y sentarse a su lado a esperar el arribo de los policías.