El martes 14 de diciembre de 2021, los jueces Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Jorge Erasmo Villalba, integrantes del Tribunal Penal de Oberá, Segunda Circunscripción Judicial, condenaron a los policías Pedro De Mattos, Carlos Antonio Gómez y Ricardo Javier Rodríguez como coautores penalmente responsables del delito “tortura seguida de muerte” (artículo 144 del Código Penal), a la pena de prisión perpetua, a Jorge Antonio Heijo y Wilson Ricardo González como coautores de “omisión de evitar la comisión del delito de tortura” (artículo 144) en concurso real con “encubrimiento” (artículo 277) a la pena de ocho años de prisión para el primero y cinco años para el segundo.
Fueron los cinco sentenciados a prisión, de los trece acusados vinculados a la detención, apremios y muerte de Hugo Wasyluk, changarín y agricultor de 38 años registrados en abril de 2011 en comisarías de Villa Bonita y Oberá, Unidad Regional II.
Las defensas de los nombrados recurrieron el fallo ante el Superior Tribunal de Justicia en tiempo y forma.
El pasado 24 de agosto se pronunció Andrés Poujade, fiscal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores, como subrogante del Procurador General de la Provincia. El procurador rechazó todos los agravios de la impugnación a la criminalidad de los cinco policías.
La definición a las respectivas apelaciones al fallo del Tribunal Penal de Oberá quedó nuevamente bajo el análisis y decisión de los nueve ministros del STJ, ordenados de la siguiente manera: el primer voto para Jorge Antonio Rojas, seguido por Froilán Zarza, Ramona Beatriz Velázquez, María Laura Niveyro, Cristian Marcelo Benítez, Roberto Rubén Uset, Rosanna Pía Venchiarutti Sartori, Cristina Irene Leiva y Liliana Mabel Picazo.
Juicio histórico
En diciembre pasado y luego de nueve audiencias de debate oral (en el salón de usos múltiples del Oberá Tenis Club) con trece acusados sentados ante el TP-1 la muerte de Hugo Wasyluk tuvo respuesta de la Justicia misionera. Fueron sentenciados todos los integrantes de la patrulla de la comisaría de Villa Bonita que el 25 de abril de 2011 detuvieron y torturaron a la víctima.
También absolvieron por el beneficio de la duda a los policías de la seccional Primera de Oberá y al médico que firmó el certificado en el que constaba que Wasyluk sufrió “sólo excoriaciones”. Miguel Ángel Espíndola, Andrea Roxana Harasimesuk, Gustavo Javier Fontana, Carlos Ariel Lentini, Hugo Ariel Basaraba, Alejandro Fabián Nuñez y Luis Alberto Da Silva, llegaron a juicio imputados como coautores del delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Dieron por extinguida la acción penal en favor de José Orlando Morales respecto del delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Vale recordar que Hugo Wasyluk fue detenido cuando caminaba al costado de la ruta provincial 103 en Villa Bonita el 25 de abril de 2011. Oficialmente, la policía informó que mantuvo una discusión con su hermana y salió a caminar.
Alertada una patrulla de la Unidad Regional II acudió al incidente con cinco integrantes a bordo. La detención fue a golpes de todo tipo. Lo ingresaron al calabozo de Villa Bonita y pocas horas después a la comisaría Primera de Oberá.
Al día siguiente, en Oberá nadie revisó la celda donde estaba alojado. A las 0.20 del 27 de abril, lo encontraron muerto sentado en el inodoro. La autopsia reveló que murió por “shock hipovolémico y asfixia por aspiración de líquido intestinal”.
Durante el juicio oral se registraron las declaraciones de 60 testigos. Entre ellos el médico forense Raúl Horacio Marín (51), dio detalles de las lesiones en el cuerpo de Wasyluk: “Lesiones traumáticas en el tórax con su mayor expresión cerca de la tetilla. Salida de espuma y líquido fecal por fosas nasales y boca. Lesión contusa en abdomen”.
Los golpes dejaron hematomas, entre otras causas “producto de un elemento romo con la suficiente dureza para provocar ese tipo de lesiones”. “Hematomas múltiples en forma de parrilla, que calcan el objeto que pudo haberlo producido”, la carrocería de una camioneta policial. “Lesión con forma de una mano. Palma derecha apoyada sobre tórax y abdomen”, con tal fuerza que quedó la marca. “No hubo señales de defensa”, concluyó el testigo.
También uno de los detenidos en la comisaría de Villa Bonita la noche de los apremios, describió y definió en el debate lo sucedido: “Conocía a Wasyluk, lo vi, el estaba esposado de manos y pies, sin camisa. Todos los policías lo golpearon, le patearon, fue una masacre. Le pegaban con el bastón de madera y él pedía por favor que paren. Se escuchaba de lejos que gritaba de dolor”.