Nueve audiencias fueron necesarias para poner fin a un caso que llevaba más de diez años sin resolución. La familia de Hugo Wasyluk (38) obtuvo el martes 14 de diciembre de 2021 lo que persiguieron durante todo ese tiempo. El Tribunal Penal de Oberá condenó a todos los integrantes de la patrulla de la comisaría de Villa Bonita que el 25 de abril de 2011 efectuaron la detención de quien resultó víctima fatal. Absolvió a todos los efectivos de la seccional Primera de Oberá y al médico que firmó el certificado en el que constaba que Wasyluk tenía “sólo excoriaciones”. Los cinco condenados fueron detenidos de forma inmediata, para iniciar su resocialización y saldar las penas.
El salón del Oberá Tenis Club, donde se desarrolló el juicio con trece encartados, estuvo repleto. En cada jornada, entre imputados, defensores, fiscales, querellantes, personal judicial y familiares, más de un centenar de personas colmaron el recinto. El último día, minutos antes de las 9, los jueces Francisco Aguirre (presidente), José Pablo Rivero y Jorge Erasmo Villalba (vocales) abrieron la audiencia para que los acusados tuvieran la posibilidad de sus últimas palabras antes del fallo. De los encartados, cinco hablaron ante el Tribunal. El resto eligió no agregar nada.
Pedro De Mattos (48), acusado de tortura seguida de muerte dijo ser “inocente”. “Solamente tuve contacto con Wasyluk en la detención. Soy inocente y quiero que se haga justicia para la familia y para mí”.
Carlos Antonio Gómez (33) (tortura seguida de muerte): “Quiero dejar en claro que soy inocente. Sí aprehendimos al señor pero tuvimos la mala suerte de estar en la guardia ese día. Quiero que se haga justicia para la familia y para mi también”.
Ricardo Javier Rodríguez (37), (tortura seguida de muerte). “Lo único que quiero decir que como dice en el expediente yo en ningún momento tuve participación, nunca lo golpeé al señor Wasyluk, pero como la fiscalía y la querella acusan…espero que se haga justicia”.
Miguel Ángel Espíndola (51), (incumplimiento de los deberes de funcionario público. “Simplemente, nosotros los de la seccional Primera confiamos en nuestra inocencia. No nos dimos cuenta, no nos pidió nada Hugo tampoco”.
Wilson Ricardo González (56), (omisión de denuncia de torturas e incumplimiento de los deberes de funcionario público): “Soy inocente totalmente. Que se haga justicia”.
Los magistrados clausuraron el debate y luego de aproximadamente una hora en la cual debatieron la sentencia regresaron e hicieron poner de pie a todos los acusados para la lectura de la sentencia en la cual decidieron:
Primero: Condenar a Pedro De Mattos, Carlos Antonio Gómez y Ricardo Javier Rodríguez, como coautores penalmente responsables del delito de tortura seguida de muerte, a la pena de prisión perpetua y disponer la inhabilitación especial y perpetua para desempeñarse en cargos públicos e inhabilitación para tener o portar armas de todo tipo.
Segundo: Condenar a Jorge Antonio Heijo y Wilson Ricardo González como coautores penalmente responsables del delito de omisión de evitar la comisión de tortura, siendo competente para ello, en concurso real con el delito de encubrimiento, a la pena de 8 años de prisión para el primero de los nombrados y 5 años de prisión para el segundo. Disponer a ambos la inhabilitación especial y perpetua para desempeñarse en cargos públicos e inhabilitación para portar cualquier tipo de arma.
Tercero: Absolver a Miguel Ángel Espíndola, Andrea Roxana Harasimesuk, Gustavo Javier Fontana, Carlos Ariel Lentini, Hugo Ariel Basaraba, Alejandro Fabián Nuñez y Luis Alberto Da Silva, como coautores del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público que se les imputara, por aplicación del principio in dubio pro reo.
Cuarto: declarar extinguida la acción penal por prescripción a favor de José Orlando Morales respecto del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público que se le imputara.
Quinto: Revocar las excarcelaciones concedidas oportunamente y ordenar la inmediata detención de Pedro De Mattos, Carlos Antonio Gómez, Ricardo Javier Rodríguez, Jorge Antonio Heijo y Wilson Ricardo González y su alojamiento en la Unidad Penal de Loreto previa cuarentena a cumplirse en la Unidad Penitenciaria de Cerro Azul.
En otro de los puntos del fallo, decidieron que los demandados y en forma solidaria el Estado de la provincia de Misiones, abonaran una suma de dinero a la madre y a los sucesores de Basilio Wasyluk (sus hijos) en concepto de daño moral. Y a Lucas Rafael Wasyluk (19) en concepto de daño moral y material.
No hicieron lugar, en tanto, al planteo de la parte querellante respecto a la imputación por falso testimonio contra Rogelio Gómez.
Apenas los magistrados se retiraron, efectivos del Servicio Penitenciario vestidos de civil se acercaron a los condenados a ponerles las esposas. Mientras en un sector se escuchaban sollozos de los familiares de quienes debían ir a prisión y la queja a viva voz con los brazos en alto de la madre de uno de ellos, más atrás se multiplicaban los abrazos entre los absueltos.
Frente a todos ellos, al otro lado del salón estaba Bárbara Chitouvsky (83), con lágrimas en los ojos tras escuchar el fallo. La acompañaban sus hijos, el hijo de la víctima y demás familiares que agradecían aliviados la condena a quienes torturaron y provocaron que Hugo se muriera en la comisaría Primera de Oberá luego de la golpiza en Villa Bonita.