Desde sus inicios, la Estudiantina se consagró como la fiesta de los adolescentes en Posadas. Caracterizada por integrar trabajo en equipo, creatividad, compromiso y diversión, hasta la actualidad miles de estudiantes deciden formar parte de esta experiencia.
Afortunadamente el tiempo pasa, y con él, trascienden también los cambios. Siempre resultó bastante común que el Cuerpo de Baile esté formado por mujeres y la Banda integrada por varones; algo así como “el baile es para las chicas” y “tocar chancha o redoblantes es cosa de chicos”. Nada más lejos de la realidad.
El hecho de compartir las noches de calle con amigos y disfrutar el proceso de ensayo, sea cual sea el rol que se asuma, es el pilar de la Estudiantina y nada ni nadie determina quién debe estar en tal o cual clasificación. Muchos años atrás era inusual ver a varones participar en Cuerpo de Baile -los había, pero era uno o dos y solo en algunos colegios- y quizás sí se veía con más frecuencia a algunas chicas desempeñándose en Banda, tocando la cajita.
Es esta, en particular, una de las características que el paso de las generaciones logró desdibujar. Hoy son varias las instituciones en las que los varones optan por bailar, libre de prejuicios, simplemente porque les gusta y disfrutan hacerlo. Pero lo más destacable es que entre los grupos prima el respeto por sobre las burlas o las críticas que décadas atrás eran moneda corriente.
Según testimonios a los que pudo acceder este Diario, chicos y chicas coinciden en que participar de la Estudiantina es además una puerta hacia la integración entre compañeros y el reconocimiento del esfuerzo mutuo. Les permite interactuar con sus pares de otros cursos y hasta conformar amistades, posibilidad que de no ser por la Estudiantina, probablemente pasaría desapercibida en el contexto escolar.
Prejuicios atrás, y la misma alegría: bailar
“Me encanta ser director porque mi sueño es bailar, siempre me gustó bailar, en la escuela también lo hago y desde primer año entro a la Estudiantina”, expresó Rubén Silva, estudiante de la secundaria Comercio 18 “General don José de San Martín” de Posadas, y subdirector del Cuerpo de Baile.
Rubén disfruta de poder ayudar a sus compañeras y trabajar en equipo, dijo que las decisiones las toman en grupo y que se llevan bien entre todos “porque hay respeto” e incluso por parte de los chicos que no participan del evento.
En esa escuela actualmente hay cuatro varones que forman parte del Cuerpo de Baile –entre ellos un pasista y un subdirector– y también colaboran egresados que los guían para aprender pasos y reforzar la práctica.
Por su parte, Leonela Gardón que está en 5to año, contó que participa desde hace cuatro años y afirmó que siempre se sumaron varones e incluso en más de una ocasión algunos desempeñaron el rol de director. “Nos llevamos re bien, nunca hubo ningún tipo de prejuicios contra ellos y todos se sienten cómodos”, agregó.
“Es un ambiente muy bueno, porque socializamos y nos divertimos. Es como una distracción y sirve para conocer más gente. Con las chicas de Cuerpo hay buena relación y en el colegio también compartimos”, destacó por su parte Sebastián Márquez, estudiante de 2do año.
Firme en su postura, Sebastián reconoció que puede haber quienes se burlen o los discriminen, sin embargo él aseguró que se animó a participar por segundo año consecutivo para hacer lo que le gusta, que es bailar, “y no guiarse por los comentarios de otras personas”, sostuvo.
Según apuntó la docente asesora Silvia Kuriluk, la Comercio 18 es una de las instituciones pioneras en incluir varones en el Cuerpo de Baile, que en este caso se trata de Escola Do Samba. “Creo además que somos una de las primeras escuelas que tuvo un director en Cuerpo, y desde 2015 se suman bastantes varones. De hecho, este año es la primera vez que tenemos un chico que es pasista y un niño en el rol de “mascotita” que también se sumó a bailar”, comentó.
El núcleo: compañerismo y respeto
Son varios los colegios que en años anteriores o en este 2022 integran varones al Cuerpo de Baile de la Estudiantina, como el Bachillerato Humanista, Santa María, San Basilio, Normal Mixta, Instituto Janssen, entre otros tantos.
Actualmente estudiantes del colegio Roque González de Posadas también decidieron sumarse a la
propuesta y formar parte de la coreografía. Mateo Navarro y Lautaro Gauvry son dos
de los cuatro chicos integrantes del Cuerpo de Baile, quienes expresaron sentirse “totalmente incluidos” y a gusto con sus compañeras de escuadra.
En ediciones anteriores esta institución ya contaba con varones que bailaban en la Estudiantina, algunos pocos, y en los últimos años fueron incorporándose más.
Lautaro cursa 4to año y relató que es la primera vez que participa de la Estudiantina. Aunque en un principio pensó en sumarse a Banda, luego de ver ensayos, presenciar noches de calle y conocer cómo era la dinámica de Cuerpo de Baile, sintió que le importaba más esa actividad, “entonces este año decidí probar y no me arrepiento”, aseguró.
En el caso de Mateo, está transitando el último año y es su primera experiencia en el evento de los estudiantes. Su decisión se basó en que “prefiere más bailar que tocar un instrumento”, dijo que en su infancia “estuvo muy presente el deporte” y quizás por eso también tiene más afinidad con el baile. “Fue una experiencia nueva en realidad”, dijo, a la vez que reconoció que en la Estudiantina “se genera un proceso de socialización y un espacio de confort”, muy sano entre compañeros, sin críticas ni exclusiones.
Personalmente no me siento apartado de la escuadra, siento que todas las chicas son buenas, me incluyen y no me tratan diferente solamente por ser chico. Y lo mismo con los chicos de banda, que por ahí en el pasado sí podía ocurrir que hagan chistes o molesten pero hoy en día es todo más tranquilo”, aseguró Lautaro Gauvry.
El testimonio de Julieta Brys (Roque) coincide con el de Leonela (Comercio 18) al admitir que las chicas mantienen una muy buena relación con los varones del Cuerpo de Baile: “Me encanta que también haya chicos y no sean solo chicas porque al fin y al cabo no hay diferencias, simplemente hay compañerismo. De la misma manera que en banda también hay chicas que tocan instrumentos”, opinó.
Las nuevas generaciones de adolescentes que forman parte de la Estudiantina en Posadas configuran un nuevo concepto de compañerismo, integración y trabajo en equipo, a la vez que consideran que el respeto es un pilar fundamental a la hora de relacionarse con sus pares.
Por supuesto, los cambios llevan tiempo. Suponen discusiones y opiniones opuestas, idas y vueltas, y todo ello converge en los procesos de interacción. Aún conviven prejuicios y miradas ajenas que tienden a hacer de la crítica descalificadora su postura.
Sin embargo, muchos jóvenes han entendido que con respeto y comprensión cada cual puede desempeñarse con total libertad en la actividad que elija.
Nada más sano y democrático que la música, el baile y la fiesta que en este caso, se gesta en la Estudiantina, para que chicos y chicas refuercen sus valores y construyan su identidad en un ambiente considerado y de aceptación mutua. Sea en Cuerpo de Baile, en Banda de Música o en cualquier otro rol que desempeñen en esta etapa de sus vidas.