La comida es prioritaria en la vida de tu cachorro. Podés utilizar esta necesidad primaria como recurso para incorporar pautas educativas de importancia para una feliz convivencia.
Tu cachorro debe verte como su fuente de alimentación, cuando le das su alimento le estás demostrando que sos su líder en la escala jerárquica y como tal te debe respeto.
Para poder utilizar esta instancia como elemento educativo del cachorro lo primordial es no dejarle la comida a su libre disposición durante todo el día. Esto puede resultar en aburrimiento y problemas de inapetencia.
Los juegos entre guía y perro, que deben acompañarse de premios y felicitaciones verbales, no sólo favorecen la obediencia del perro, sino que, además, estrechan lazos emocionales entre ambos. Enseñar a tu cachorro a dar la pata, a sentarse o tumbarse son juegos que divierten, estimulan y educan al mismo tiempo.
Aprovecha las instancias de aprendizaje incidental que consiste en el aprendizaje no planificado o no intencional conectado a otra actividad o experiencia. Por ejemplo, cuando tu cachorro se acuesta por propia voluntad en su sitio, aprovecha para reforzar la acción felicitándolo y premiando, de esa manera cuando necesites que lo haga bastará con dar la orden y lo asociará con una experiencia positiva.
Establece normas como por ejemplo, no subir al sofá, no entrar en tu dormitorio y corregí adecuadamente cuando haga algo incorrecto. Una de las responsabilidades que tenemos cuando traemos un cachorrito a casa es dedicar tiempo a su educación.