Los productores del sector frutihortícola se encuentran en una situación alarmante debido a la pérdida de la producción por los altos costos de los insumos que tienen precio en moneda extranjera y dificultan las ganancias. Indicaron que se debe sembrar y pagar la cosecha en dólares, pero los productos se venden en pesos.
La economía en la que se encuentra el país y las dificultades con la moneda estadounidense generan problemáticas en diferentes sectores. Sucedió con la escasez del gasoil y los transportistas hace no mucho tiempo.
“Acá hay un problema básico que es que sembras en dólares y al fin de la cosecha pagas en dólares, pero se vende en pesos. No se puede enviar a Buenos Aires porque no pagan lo que vale y entonces se opta por tirarlo afuera del campo porque adentro atraen moscas que producen enfermedades”, indicó Marcos Danuzzo, vicepresidente segundo de la Cámara Argentina de la Actividad Frutihortícola.
“Como sucedía con la leche, es más fácil tirarlo a la vera de la ruta que comprar un cajón, pagarle a un cosechador, embalarlo, ponerle el packaging y mandarlo por flete a otro mercado. Es más barato tirarlo que venderlo”, aseguró a ellitoral.com.ar.
En ese sentido, afirmó que son varios los productores que deben pasar un arado sobre plantaciones de sandía o zapallo debido a que los precios no son convenientes para la producción y la posterior venta, en búsqueda de tener la menor pérdida posible.
“Acá si vas al mercado y querés vender el tomate a un precio real, no podés, porque el piso es $1.500 el cajón y no conviene porque no cubren los costos. Se rompe la cadena de comercialización y termina no siendo rentable. Vamos a ir teniendo daños grandes en el sector”, comentó.
Danuzzo sostuvo que el campo decide tirar los productos para que comiencen a faltar y que los precios suban para que sea más rentable para el productor.
“Si comprás a cuatro y vendés a dos, llega un momento en que no se va a poder comprar más. Esto se debe a la política económica nacional y sus representantes, que son unos inoperantes. Todos los sectores están con inconvenientes. Nosotros no podemos guardar los productos porque se pudren igual”, resaltó.
También, manifestó que no “saben trabajar de otra cosa” y lo seguirán haciendo a pesar de la difícil situación.
“Para los próximos meses aspiramos a que los bancos no rematen a los campos, se pedirá plata y otros venderán lo que tiene”, dijo.
Además, el referente explicó que conocen lo que sucederá y que la gente debería estar preocupada por esta cuestión a nivel nacional. “No tenemos ninguna salida porque no hay señal. Los precios cada vez son más elevados y nadie dice nada”, finalizó.