Los perros ancianos son los que más tardan en ser adoptados en los refugios de animales y muchos de ellos nunca consiguen un hogar.
Los prejuicios son muchos, pero, en contrapartida, las ventajas también y quiero compartirlas con vos.
Los perros ancianos ya están muy bien aprendidos, tienen hábitos rutinarios que no hace falta enseñarles. Sabe hacer sus necesidades en la calle, sabe pasear, sabe estarse quieto sentado o echado.
En el caso de algunos ancianos pueden necesitar salir a orinar con más frecuencia, pero esto solucionas ajustando la rutina.
Los perros ancianos necesitan menos actividad física, aunque disfruten de sus paseos diarios, ya no con la misma intensidad o duración que un cachorro o perro adolescente.
Los paseos son imprescindibles para conservar la salud mental del peludo, así como los juegos, y esto no debería cambiar para los perros ancianos.
Los perros ancianos buscan más que nada cariño ya que el abandono, la falta de cuidados y la soledad los pone tristes.
Cuando son adoptados y recuperan, o conocen por vez primera, el calor de un hogar al ser “animales sintientes” reaccionarán de manera positiva y darán tanto amor como reciban.
Los perros ancianos tienen la tranquilidad que les ha dado la edad, su carácter es sosegado y el paso del tiempo los hace más dóciles.
Por todo esto, date la oportunidad de adoptar un perro anciano y brindarle el cálido y amoroso bienestar de un hogar donde transitar sus últimos días.