Tanto los padres como los docentes de la Escuela 698 “Sarandí Histórico” de Candelaria pidieron explicaciones al Consejo General de Educación sobre el funcionamiento de la institución. Entre los puntos reclamados se encuentra la situación del expediente 5554-43-D 22, donde constan testimonios que llevaron a la intervención de la escuela durante cuatro meses tras la separación del cargo de la directora.
Los padres detallaron que la escuela tiene un mal manejo de la cooperadora, que no se efectúan arreglos en la institución y que los alimentos otorgados a los niños son escasos. Ahora, contaron que la directora denunciada volvió a su cargo y el reclamo fue dejado sin efecto luego de una corta investigación.
Los padres se reunieron esta semana y expresaron su preocupación por cómo seguirá el manejo de la escuela: “Somos familias de bajos recursos, la mayoría trabajamos en la olería y mandamos a nuestros hijos a la escuela pública”, contó a PRIMERA EDICIÓN Ramón, uno de los padres denunciantes. Señaló que “es un tema de vieja data, por el mal manejo de la escuela y otras cosas relacionadas con discriminación hacia los chicos y los padres, inclusive con problemas con los docentes. Todo esto tiene que ver con la directora de la escuela”.
Respecto a la directora actual, indicó que “a principio de año, logramos que sea separada del cargo y se investigue lo que pasaba. En estos meses, vino una interventora, pero después de las vacaciones nos encontramos que la directora anterior regresó”.
Remarcó que “los supervisores estuvieron realizando una investigación, pero el área de legales nunca resolvió nada”. Con la vuelta a la institución, “todo se volvió peor luego de la denuncia en la escuela”, añadió.
Los padres tuvieron una reunión con la supervisora el lunes, “un grupo de madres estuvo en la escuela y les dijeron que la investigación se cerró. Las maestras apuntan al gremio, UDPM, que dio la orden para que todo quede como estaba”, remarcó a este Diario Susana, otra de las madres de la escuela. Explicó en diálogo con docentes y autoridades del Consejo General de Educación “sorprende que una intervención en una escuela dure sólo cuatro meses”.
Compartieron que a principios de esta semana, entre 10 a 15 padres se reunieron con la supervisora, hicieron una nueva nota con las preocupaciones. “Ella asumió durante la pandemia, incluso en ese momento hubo un incidente con otra docente que estaba en lista para ser cargo directivo”, afirmó esta madre.
Sobre la población escolar, Susana aseguró que “son como 700 alumnos, con más chicos en el turno mañana. Desde que asumió esta mujer, todos los días tenemos problemas distintos, sobre todo en el comedor. Esta escuela se encuentra en el barrio más grande y también más humilde de Candelaria”.
También indicó que “la cooperadora de la escuela fue elegida a dedo y tampoco convocó a nadie, además que nunca vemos que se haga nada con lo que se recauda. Incluso cobraron dos veces la inscripción, hacen rifas, reciben donaciones, pero la escuela está como abandonada”.
Por su parte, Ramón lamentó que “los padres somos analfabetos y enviamos a los chicos a la escuela porque también brinda una ayuda a los chicos, con un desayuno a la mañana y merienda a la tarde, pero a veces terminaban dando media galleta a cada chico”.
Mientras continúan asistiendo a clases, reclamó que “necesitamos que alguien resuelva esto, que se busque una solución, porque los chicos no tienen la culpa. Algunos niños son los preferidos, mientras que otros, los más pobres son dejados de lado”.