Cuando termines de leer el artículo hazte de nuevo la pregunta y saca por ti mismo tus conclusiones.
¿Cómo elige el motivo normalmente el aficionado?:
La experiencia diaria en un estudio de pintura me confirma que el aficionado a la pintura elige normalmente sus motivos por alguna de estas razones:
Porque le gusta eso que ha visto.
Porque ahora le apetece pintar esto que nunca antes había pintado.
Porque alguien le ha pedido que le pinte este o aquel cuadro.
Tres razones distintas para otros tantos errores de base.
Es el típico caso del aficionado que en un principio empezó a pintar, por ejemplo, paisajes y que tras pintar cuatro o cinco y ver que ya medio le salen bien, de repente te dice que ahora quiere pintar figura, o bodegón, o incluso retrato.
Todos, y me incluyo yo, siempre nos ha gustado probar cosas nuevas. No sé que nos ocurre, a aficionados o algo más expertos, que nunca nos conformamos con lo que hacemos o venimos haciendo. Es como si nuestra vida como pintores consistiese en una continua búsqueda de ese estilo, de esa forma de pintar que nos haga diferentes a los demás, que saque de nosotros mismos ese «arte» que estamos convencidos llevamos dentro pero que aún no hemos encontrado en lo que venimos haciendo.
Una tendencia que, siendo normal, debemos evitar sobre todo al principio. Una inquietud que nada de beneficio nos reporta si lo que pretendemos es aprender a pintar.
A ver… si has empezado con el paisaje y ves que cada vez te sale mejor. ¿Por qué no sigues y lo perfeccionas? Es como si empezases una carrera universitaria y en segundo, como ya sabes de qué va la cosa, la dejas y te matriculas en otra a ver si esa es realmente tu auténtica vocación, pero de nuevo, otra vez, en segundo la dejas también y ahora pruebas con otra carrera. Al final… tendrás muchos conocimientos pero evidentemente ningún título. Es decir, serás aprendiz de todo pero maestro en nada.
Mi consejo, si es que te ocurre esto, sería que si te inicias en una técnica o en una temática determinada no la dejes hasta que no la domines totalmente. Y cuando domines varias técnicas, porque sé que querrás cambiar y probar otras tarde o temprano, quédate con la que mejor te salga y más guste a la gente.
A partir de ahí NO CAMBIES, NO BUSQUES MÁS. PERFECCIONA ESE ESTILO, ESA TEMÁTICA HASTA QUE LA HAGAS TUYA Y EXCLUSIVA. Este debería ser el planteamiento a la hora de elegir nuestro motivo para nuestro próximo cuadro. ¿Es del estilo que me gusta?, ¿Me suelen salir bien estos temas?, ¿Y este?… ¿me sería difícil pintarlo o fácil? Y, por último ¿Voy a aprender algo nuevo pintando esto?
Te aseguro que la mayoría de pintores que tenemos esto como algo más que una afición siempre nos hacemos las mismas o similares preguntas antes de empezar un nuevo cuadro. A nosotros, bueno a mí me pasa, lo que más trabajo me cuesta es elegir el motivo de mi próximo cuadro. Sé que voy a pintar un paisaje, pero… este ¿tiene buena luz como para lucirme con los contrastes?… ¿Lo sabré resolver?… ¿Me gusta tanto como para hacerlo?… ¿tiene algo que hasta ahora no haya hecho? etc, etc.
Ahora vuelve a hacerte aquella pregunta que te dije al principio. ¿Tienes problemas para elegir el motivo de tus cuadros? Saca tus propias conclusiones.