La Mesa de Enlace tendrá la primera gran prueba del año el próximo 13 de julio, cuando realice un cese total de comercialización de granos y hacienda y una jornada de protesta. En ese día no solamente se expondrá el malestar y los problemas del sector por las políticas agropecuarias del Gobierno nacional, sino que también servirá para hacer una demostración de fuerza y ver realmente cuál es el poder de convocatoria y de acatamiento que hoy tienen las entidades tradicionales del campo.
Lo cierto es que la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) consideraron como inevitable convocar a una medida de fuerza, de la cual el faltante de gasoil y la incertidumbre sobre la provisión de fertilizantes fueron detonantes de este nuevo punto de conflicto.
Pero los reclamos del sector no se reducen a esa coyuntura; existe una larga lista de reclamos, entre ellos la presión tributaria, el desdoblamiento cambiario, las dificultades para hacerse de insumos, la intervención de mercados y una política gubernamental para con el sector que consideran perjudicial se encuentran al tope de las demandas.
La convocatoria al paro se realizó el 29 de junio en la sede central de La Rural en conferencia de prensa que brindaron los titulares de SRA, Nicolás Pino; de FAA, Carlos Achetoni, de CRA, Jorge Chemes; y el vicepresidente de CONINAGRO, Elbio Laucirica, tras mantener una reunión con representantes de toda la cadena agroindustrial con la cual se elaboró un documento de unidad.
No obstante, dicho escrito no hacía mención alguna a la medida de fuerza que Chemes anunciaba minutos después frente a las cámaras, lo que generó ciertos chispazos dentro del sector.
De todas maneras, ese será el documento que se difundirá en la jornada de protesta, el cual hacen un llamamiento al Gobierno y a la clase política en general para alcanzar una estabilidad económica y política que asegure la paz social y bajen los niveles de conflictividad, al mismo tiempo no sólo hacen explícitas las demandas del sector -algunas urgentes como las concernientes al gasoil- sino que también exponen las propuestas del sector.
Si bien se realizarán concentraciones en diferentes puntos del país, tanto en ciudades como a la vera de la ruta, ninguna vía de comunicación será cortada ni el tránsito entorpecido.
Asimismo, serán las Mesas de Enlace provinciales las cuales decidirán en qué lugar o ciudad se realizarán las concentraciones, que pueden incluir marchas y actos y en donde se convoca a participar a la ciudadanía y a otros sectores productivos.
“Un cambio de rumbo”
Por su parte, CRA manifestó su “honda preocupación, por la situación general, que excede al campo”, sino que tiene su impactó en la población en general, que según la entidad, está “sumida en la angustia, la pobreza y la desocupación, de no saber hacia dónde vamos económicamente, con inflación intolerable, sin crédito externo o interno, tipos de cambio incontrolables, brecha cambiaria, sin referencia de precios internos, ventas paralizadas, temor y violencia, inseguridad y vacío político sin precedentes”.
En este sentido, la asamblea de la entidad, que se reunió durante los últimos días para ratificar su participación en el cese de comercialización y en las protestas, realizó un raconto de demandas al Gobierno, entre las que sobresalen “la necesidad imperiosa de que el Estado asegure la provisión de gasoil y repudiar la constante invocación de funcionarios de Gobierno, que insisten con formulaciones ridículas, de sumar presión fiscal impositiva”.