La mayoría de los gobernadores que opinaron en las últimas horas sobre la designación de Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía, coincidió (incluido el misionero Oscar Herrera Ahuad) que la funcionaria conoce la realidad de las provincias por su paso al frente de la Secretaría que las atendía en la cartera de Interior, donde se desempeñó hasta el domingo.
El temor generalizado, con excepción de los bonaerenses que la ven como una garantía de la asistencia financiera a la gobernación de Axel Kicillof, es que la mirada federal que tiene Batakis se diluya por las presiones y las órdenes que reciba para priorizar el principal territorio de interés para el kirchnerismo con la mirada puesta en 2023.
Para el director de CB Consultora, Cristian Buttié, ese riesgo es real y podría poner en modo “ajuste” económico a algunas provincias con tal de garantizarle a Kicillof los recursos que necesita para una administración sin sobresaltos.
“Los gobernadores deberían esperar un panorama más ajustado a lo que estaban acostumbrados”, dijo el politólogo cordobés que mide mes a mes las imágenes de los mandatarios, intendentes de capitales provinciales y los principales dirigentes nacionales del oficialismo y la oposición.
La renovación de Misiones tiene una mirada esperanzada en que la ministra Batakis se diferencie de su antecesor, Martín Guzmán, para conseguir la anhelada zona franca diferencial que fue vetada por el presidente Alberto Fernández y naufragó junto con el proyecto de presupuesto 2022 que la oposición mandó al archivo en el Congreso.
El tiempo dirá si la ministra termina centrada en la gestión sobre la suerte de los bonaerenses o realiza un reparto federal de las decisiones que impliquen la administración de recursos en tiempos tan difíciles como los actuales.