Durante el último mes se registraron abundantes lluvias en todo el territorio misionero. Sin ir más lejos, la semana pasada el temporal afectó a varios municipios e incluso dejó como resultado numerosos daños materiales.
Uno de ellos fue Pozo Azul, donde días atrás, una especie de tornado arrasó con árboles, techos, animales, aserraderos y estructuras. “Fue algo insólito”, manifestó Karina Espíndola, productora agropecuaria de esta localidad, en diálogo con la FM Santa María de las Misiones.
Dijo que es inusual este tipo de fenómeno, aunque “hace unos cuantos años pasó cerca de Tobuna. Nosotros estamos más o menos en el kilómetro 80, a 15 kilómetros del municipio actual de Pozo Azul”, contó.
Las lluvias eran constantes en las últimas semanas, “pero eran tranquilas”, según indicó Espíndola, y relató cómo fue la tarde en la que el viento y la lluvia afectaron gran parte del pueblo
“El miércoles a la tarde, cerca de las 17, estaba caminando por los potreros y aprovechando el poco sol que había. Luego volví a mi casa y en cuestión de no más de media hora empezó a llover cada vez más fuerte, comenzó a caer granizo y la lluvia y el viento se sentían fuertísimo. Automáticamente se cortó la luz, y estábamos angustiados porque percibíamos que volaba todo pero no veíamos nada”, describió la productora.
El panorama posterior fue aun más abrumador. Lo que pareció ser un tornado duró alrededor de veinte minutos, y Karina Espíndola contó que cuando salieron a ver cuál era la situación, se encontraron con una plataforma de diez centímetros de granizo en el piso, frutas caídas, ramas, árboles, “todo estaba cubierto”. “Esa noche los autos iban de acá para allá y los vecinos se asistían entre sí”, recordó.
Expuso que estuvieron tres días sin luz ni internet, y que incluso algunos pobladores tuvieron que ir a buscar sus techos que habían sido arrastrados a unos 200 metros.
Sin embargo, “no dimensionaron la magnitud de la situación hasta la mañana siguiente”. Comentó que vieron las casas de los vecinos rotas, aserraderos destruidos, techos caídos, los árboles sin hojas ni flores, pájaros y gallinas muertas, realmente fue un escenario triste”, expresó Espíndola.
Respecto a los animales, la productora señaló que “ellos se mueven entre la zona de árboles del campo, entran y salen”. Ahora que la tormenta los desterró, por ejemplo en su caso a diez árboles, ellos no tienen como resguardarse. “Hubo mucho daño en distintos predios de la chacra”, también cayeron alambrados y “así los animales pueden irse o estar desprotegidos”, otros “murieron por descargas eléctricas”, indicó la productora.
Vecinos esperan mayor colaboración
Tras el desastre que produjo en Pozo Azul la tormenta, Karina Espíndola mencionó que personal de la municipalidad se acercó a reconstruir techos con algunos vecinos, o cubrieron “solamente con lona o plástico negro”, en este sentido supuso que se trataría de una “solución provisoria”.
No obstante, en el sector del agro “nadie se acercó a ayudar”, manifestó la productora. “Falta mano de obra, sería bueno un acercamiento para limpiar, arreglar, cambiar de sector a los animales”.
“La colaboración de los representantes que elegimos es importante. A veces no son las grandes cosas, sino las pequeñas muestras de contención que también necesitamos. Se puede generar una red de ayuda para arreglar y reparar, eso sería grandioso”, opinó la vecina de Pozo Azul.
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