Durante el fin de semana los boliches y bailantas de la localidad no pudieron abrir sus puertas, por la decisión del Concejo Deliberante de El Soberbio, que comunicó la medida el viernes por la tarde.
El motivo sería que no se adecuaron a las exigencias socio-ambientales, aunque también se debería a las constantes quejas de los vecinos por los ruidos molestos, la falta de higiene en zonas aledañas y también la escasa seguridad, ya que se habrían producido una seguidilla de peleas, escaramuzas y trifulcas a la salida de los mismos, pese a que los boliches cuentan con custodia policial. Solamente fueron habilitados los locales a trabajar como bares, pooles y pubs.
La ordenanza 51/2021 y su modificación 07/2022 y su decreto reglamentario número 05/2022 dice que se han vencido los plazos para la adecuación a las normas vigentes desde el día 20/06, que durante el período de adecuación “se efectuó el informe socio-ambiental en relación a bailantas y boliches bailables en el casco urbano de El Soberbio y ninguno de ellos reúne las condiciones exigidas por el Artículo 5 de la ordenanza 51/2021”, dice la nota.
De acuerdo a lo expuesto por Javier Escobar, de Radio Activo, “estas medidas se toman porque hay muchos reclamos de manera verbal y formal por parte de vecinos que han persistido en lo que respecta a la seguridad, higiene y sonido”.
Además, detalló que por la medida por ejemplo, la no apertura de Bailanta 10, dejó sin trabajo a más de 15 personas, la Top 5 Estrellas una docena de personas sin su puesto laboral. La Fábrica funcionó, pero sólo en la modalidad bar y Energy modo bar pool”.
Advertencia
A partir de lo manifestado por el concejal de El Soberbio, Juan Antonio “Turú” González, en el diálogo con www.elsoberbioaldia.net, “se les advirtió (a los propietarios de los locales) hace 90 días, tendrán que abrir en las afueras”.
Aunque la mayoría de los propietarios de los locales bailables se vieron sorprendidos por la notificación, asegurando que se dio a conocer el viernes 24 de junio por la tarde, cuando todos ya tenían “la previa en marcha”.
Desde el cuerpo legislativo remarcaron que ya habían sido advertidos hace tres meses, a partir de una ordenanza del Concejo Deliberante, que había alertado por la masiva y reiterada queja de los vecinos y exigía soluciones urgentes para la acústica, para disminuir de esa manera los ruidos molestos.
Eledil González, uno de los siete que integran el cuerpo deliberante, fue claro y terminante al respecto, insistiendo que “se les notificó formalmente a los propietarios, se les avisó varias veces y no hubo cambios, por eso se decidió sacar la ordenanza para el cierre de los boliches. Y otra cuestión es el constante reclamo de los vecinos, no solamente por los ruidos molestos, sino que también por cuestiones de higiene y seguridad, porque las calles cercanas quedaban llenas de latas de cerveza, vasos de tragos y otras cosas más”, detalló.
“Se juntaron muchas firmas, a un par de cuadras hay hoteles y los turistas que llegan, no quieren alojarse ahí cerca, mucho menos por tres noches. Después estaba el tema de los días, no puede ser que haya locales que abran de viernes a domingo, con que lo hagan un día ya me parece bien”, acotó el concejal.
“Tampoco hay espacio para estacionamiento en ninguno de los boliches, se llenan de autos que después impedían que la gente pudiera salir de sus casas. Y lo de la falta de acústica, ni hablar, los ruidos son realmente muy molestos. Pasa que, desde un principio se hicieron las cosas mal: la Bailanta 10 nunca se tenía que haber habilitado en el centro, eso también fue un error de parte nuestra (el Concejo Deliberante)”, señaló el también comerciante y dueño de una estación de servicio local.
No está de acuerdo “en la manera en que se notificó, sobre la hora del viernes, pero igual ellos ya sabían desde hace 90 días, que se les venía el cierre”.
A las afueras
También opinó que “me parece que es el momento de que alguien invierta en El Soberbio y construya un buen boliche, con toda la estructura que corresponde, en las afueras, como pasa en casi todas las ciudades del país. Es un negocio que deja mucha plata hoy (…) pero no sé si alguien estaría dispuesto a hacer esa inversión para tener un boliche como esta localidad se merece, porque ya se convirtió en ciudad, y con el tema del turismo, mucho más”.
González considera que “según mi punto de vista, no debe ser una cuestión circunstancial, porque Lovera hizo una gran inversión como para bajar los decibeles de la Bailanta 10, pero no le sirvió de mucho porque está instalado en un tinglado, y eso me parece que potencia aún más el sonido. A mi juicio, y creo que el del CD también, el cierre como boliches debería ser definitivo y tendrían que buscar alternativas en las afueras”.