Ayer se cumplieron 14 días de la muerte del capataz de una chacra en una situación de intento de robo que sufrió el dueño de un lote de Picada Santa Rosa. La víctima fue Jorge Martínez (44) y por ese hecho permanecía detenido quien era su empleador, un hombre de 65 años. En las últimas horas del miércoles se llevaron a cabo medidas judiciales y no se descarta que esto pueda arrojar novedades en el expediente.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente a cargo del magistrado Gerardo Casco, ordenó que se realizara la reconstrucción del hecho. El 18 de mayo pasado minutos después de las 6 de la tarde, el colono había repelido a tiros de escopeta una confusa situación en la que había sido abordado por el capataz de su chacra y el hijo de éste, presuntamente obligados por un grupo de encapuchados que los utilizaron para que el hombre no desconfiara al ver caras conocidas llegar a la chacra.
Se presume que esta actuación judicial es el paso previo para que el magistrado resuelva el auto de soltura solicitado por el defensor del colono.
Un caso similar ocurrió el 10 de abril del año pasado, cuando un presunto ladrón identificado como Gustavo Presli, murió a causa de un disparo en la cabeza efectuado por el dueño de una vivienda del lote 76 de Salto Encantado. El hombre actuó en defensa de su concubina, cuando el malviviente le apuntó con un arma. El autor del disparo fue liberado seis días después, tras la decisión del Juzgado de Instrucción 2 de Oberá que entendió en la causa. El autor del disparo sigue procesado por “homicidio simple en exceso de la legítima defensa con arma de fuego”.
Respecto al caso que está en manos del juez Casco, según las pruebas obradas en el expediente, minutos antes que ocurriera el deceso de Martínez, una banda de al menos cuatro encapuchados tomó como rehenes a tareferos de la chacra. Los maniataron y obligaron a quien resultaría víctima y a su hijo de 23 años a ir a la casa del colono. Los habrían usado de pantalla para que el hombre los atendiera. Al menos esa fue la declaración testimonial del hijo de la víctima, quien estuvo detenido y fue liberado luego.
Sin embargo, cuando fue el turno de la declaración indagatoria del colono y luego la testimonial de su esposa, ambos coincidieron con que Martínez y su hijo quisieron asaltarlos. El colono alcanzó a escabullirse y entrar a la casa. Según señaló, observó que uno de ellos intentó sacar un arma de la camioneta, por lo cual para preservar su vida y la de su esposa efectuó el disparo que impactó contra Martínez.
En este caso al menos complejo, debe sumarse el testimonio de testigos, que observaron a varios sospechoso correr desde la zona de la vivienda del colono y hacia la ruta, hecho que avalaría la presencia del grupo de encapuchados. Además, en el lugar la policía había incautado pedazos de cuerda con los que habrían reducido a los tareferos.
Tras la indagatoria el colono fue imputado preventivamente por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.