La fuga y recaptura de un integrante del Clan Rotela en el Penal de Tacumbú provocó un motín que tuvo en vilo al personal Penitenciario que custodia la principal cárcel de Paraguay, ubicada en las afueras de la capital de Asunción.
Según publicaron los medios Última Hora y ABC del vecino país, el amotinamiento tuvo su origen cuando fue capturado César Ortiz, alias “Gordito lindo”, uno de los líderes del clan Rotela, quien el domingo a la mañana se había fugado del penal vestido de mujer, pero fue recapturado horas después, a tres cuadras de la cárcel.
Según versiones extraoficiales, los reclusos se sublevaron porque se determinó trasladar a Ortiz a otra penitenciaría, y ellos querían que “gordito” vuelva a Tacumbú.
El jefe de Prevención de Asunción, el comisario Disonel Ferreira precisó que había unos 800 uniformados resguardando todo el perímetro de Tacumbú, y contaban con el acompañamiento de Bomberos Voluntarios, en caso de que ocurriera quema de colchones o cubiertas, como suele ser habitual en este tipo de episodios.
El Ministerio de Justicia del Paraguay informó que el titular de la cartera, Édgar Olmedo Silva, dispuso ayer domingo la apertura de una investigación interna, tras la fuga y recaptura de un miembro del clan Rotela de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, en Asunción.
Mientras tanto, los agentes penitenciarios que prestaban servicio en el sector de ingreso principal del centro penitenciario durante el escape fueron separados de sus funciones durante las pesquisas.
El hombre, que está recluido en el lugar desde hace tres años, nueve meses y 20 días por robo agravado, hurto especialmente grave y reducción, supuestamente salió “disfrazado de mujer” de la penitenciaría.
Tras su detención, los uniformados lo llevaron a una sede policial, donde permanecía custodiado, mientras reclusos se encontraban manifestándose y reclamando a los gritos en el interior del penal de Tacumbú.
Si bien en principio, desde el Ministerio de Justicia descartaron que se trate de un motín y señalaron que los presos pedían el regreso del interno a la penitenciaría, posteriormente se comenzó a hablar de un aparente amotinamiento en el lugar por parte de la Policía Nacional.
En marzo pasado, Ortiz Sosa también fue foco de atención debido a que durante un control preventivo en el Palacio de Justicia se detectó que acudió hasta la sede judicial con las llaves del dispositivo de seguridad dentro de su billetera.
El último amotinamiento en Tacumbú se había registrado en febrero de 2021 cuando los reclusos quemaron colchones en los pasillos en protesta por el traslado de un peligroso interno, hecho que derivó en la muerte de seis personas.