La caída de ventas golpea sobre diversos rubros comerciales, en un contexto de complicaciones agudizado por la crisis económica, escalada inflacionaria y devaluación del peso a nivel nacional. La problemática preocupa a los comerciantes que enfrentan una disminución de la actividad por la falta de clientes que son, a su vez, afectados principalmente por la reducción del poder adquisitivo y el aumento de los precios en las mercaderías.
En ese sentido, desde el sector comercial en la capital provincial remarcaron que se torna difícil “renovar el stock” por la escasa ganancia que se genera, motivo por el cual los locales se van vaciando o se ven obligados a reducir otros costos.
Actividad que decae
Al respecto, Jorge Lindheimer, vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, señaló que “la actividad comercial está decayendo porque la inflación golpea mucho al bolsillo del consumidor”.
“A la problemática de la inflación se suma la poca disposición de mercaderías a nivel nacional, que son problemas nacionales. Y a eso, también, hay que agregar los problemas que tenemos a nivel provincial, por ejemplo con la Agencia Tributaria de Misiones (ATM). Todo hace un combo que nos complica mucho en nuestro trabajo, por lo cual la oferta comercial y las ventas cada vez disminuyen más”.
Consultado sobre si los comercios deben reducir la adquisición de mercaderías para renovar el stock, contestó que “realmente sí, se complica mucho porque los índices (de inflación) este año serán extremadamente altos y todo se va a complicar más para conseguir mercaderías”.
“Confiamos en que las autoridades tomen decisiones inteligentes para recomponer la situación. Para ser un empresario o comerciante en Argentina hay que ser optimistas”, completó.
Otras prioridades
Por su parte, el empresario y comerciante del rubro electrodomésticos, Carlos Dorazi, al ser entrevistado por PRIMERA EDICIÓN, comentó que “hay una caída tremenda de las ventas. Se notan demasiado las complicaciones para vender y estamos muy preocupados”.
En relación a los motivos explicó que “existe una tremenda escalada de precios durante los últimos meses, y eso es algo que se acumula y termina siendo catastrófico a nivel semestral”.
Como consecuencia de la inflación general, “la gente prioriza los gastos de supermercados. Entonces hoy ya no tenemos más competidor en el rubro sino que la competencia directa son los supermercados para lo que es la necesidad del bolsillo del consumidor”, indicó y añadió que “el aumento de precios es parejo para todos los productos, no hay algo que se diferencie, y a la gente le cuesta cada vez más poder alcanzar lo que quiere comprar”.
En tanto que sobre la apertura de las fronteras y la competencia con la vecina Encarnación (Paraguay), sostuvo que “en nuestro rubro, todavía tenemos precios que nos favorecen, sobre todo con lo que es el funcionamiento de los programas de descuentos como el Ahora Misiones”.
Mientras que sobre las expectativas del sector, planteó: “Esperamos tener un pico de ventas de productos de invierno, porque sabemos que hará un frío muy grande, y se venderá mucho todo lo relacionado a lo que es la calefacción”.
Sin poder renovar el placard
En tanto que un empresario del rubro indumentaria y calzados, del microcentro posadeño, planteó a este Diario que “la situación está muy difícil porque cada vez hay menos movimiento en las ventas”.
“Los clientes enfrentan muchas dificultades diarias y, como todos, deben priorizar otras necesidades más básicas en las que se les va casi todo el sueldo”, apuntó y añadió: “Por eso, renovar el placard es algo que en este momento se está dejando un poco de lado”.
Además, sostuvo que “la mayoría de los pocos clientes que vienen diariamente hacen sus compras con tarjetas de crédito o las billeteras virtuales. No hay casi movimiento de efectivo en la caja. Es una tendencia que se viene repitiendo hace meses”.
Por otro lado, consideró que “muchos se quejan por las subas en los precios pero eso es algo que no lo puede manejar el comerciante, porque los golpes de la inflación impactan también sobre el valor de las mercaderías que traemos. Es todo un efecto cascada que deriva de la crisis económica y por no tener un rumbo cierto en todo el país”.
Dentro del complejo panorama “tenemos que ir viendo cómo economizar los costos, pero es prácticamente imposible” concluyó.
Cobrar las cuentas
En la misma línea, Carolina Luz, propietaria de un kiosco en el barrio Villa Urquiza, contó que tienen “cada vez más problemas con los costos, como por ejemplo, las facturas de energía eléctrica que se vuelven imposibles de pagar”.
Sobre la relación con los consumidores, destacó que “cada vez son más las familias que piden fiado. Algunos prometen que van a pagar al día siguiente, pero en la experiencia y viendo cómo todo se viene complicando, sabemos que a todos les cuesta cancelar una deuda porque hay que seguir comiendo todos los días y los precios suben”.
“En esto entra mucho en juego el riesgo del kiosquero porque un solo cliente que se atrase o no pueda pagar su deuda nos complica todo el mes”, sentenció y agregó que “por eso a veces tenemos faltante de mercaderías, al no poder cobrar los ‘fiados’ nos falta dinero en la caja para pagar a los proveedores. Es un círculo del que cuesta salir cuando hay problemas que se repiten”.
Además, dijo que “muchas veces es difícil negarse a dar un ‘fiado’ porque los clientes quieren llevar algo para que su familia coma. Es duro enfrentar eso. Ahí se ve que mucha gente está pasando hambre y no sabe de dónde sacar plata”.
“Con otros clientes también podemos llegar a tener un problema porque los precios cambian casi todos los días, entonces lo que hoy llevan a cuenta cuando lo quieren pagar en una semana o 10 días ya tiene otro valor. Y nosotros no podemos estar cobrando a un precio que ya quedó desactualizado y que tampoco nos va a servir para reponer esa mercadería en la estantería”, subrayó.
Segundas opciones
Finalmente, el empleado de un comercio de venta de productos tecnológicos manifestó: “En nuestro caso siempre algo se vende, porque todo lo relacionado a computadoras y celulares está muy metido en el uso diario de la gente. Pero sí vemos que se vende mucho menos que el año pasado, y el cliente se inclina principalmente por los productos de segunda marca o lo más económico. Antes por ahí preguntaban por la calidad del producto, ahora es solamente es el precio lo que importa”.
