Cada 5 de mayo es el Día de la Hipertensión Arterial Pulmonar (HTAP), clasificada como una enfermedad rara y crónica, es decir que hasta hoy no tiene cura, pero con el tratamiento adecuado se puede ralentizar su progresión y mejorar la calidad y cantidad de vida.
Según explicaron desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC), puede afectar a personas de cualquier edad, desde niños muy pequeños hasta adultos mayores, aunque se diagnostica con mayor frecuencia en personas de 30-50 años, y afecta sobre todo a las mujeres.
Existen diferentes enfermedades que pueden asociarse a hipertensión pulmonar, como son las enfermedades del tejido conectivo (por ejemplo, la esclerodermia), las cardiopatías congénitas, el VIH o la hipertensión portal.
Los síntomas más comunes son cansancio, falta de aire o agitación, que empeoran durante el esfuerzo (por ejemplo, al caminar rápido o subir una escalera). En algunos casos pueden aparecer mareos y desmayos.
En fases más avanzadas de la enfermedad pueden aparecer signos y síntomas de retención de líquidos como hinchazón o edema en tobillos, acumulación de líquido en el abdomen y empeoramiento de la falta de aire que puede ocurrir incluso durante el reposo.
“Frente a la aparición de estos síntomas, es necesaria la consulta con el médico para que pueda realizar los estudios necesarios y así llegar a un diagnóstico certero. La prevención y la rápida detección mediante la realización de un cateterismo cardíaco derecho son factores fundamentales para evitar que la HTAP avance a fases más complicadas”, advirtió el doctor Luis Lema, cardiólogo y miembro de la FAC.