El hombre de 33 años de nacionalidad brasileña quien fue detenido por el crimen de Diego Pimentel (31), perpetrado el pasado viernes 15 de abril en Bernardo de Irigoyen, se presentó ayer en el Juzgado de Instrucción 1 para la correspondiente audiencia indagatoria en la que decidió dar su versión. En la oportunidad fue imputado provisoriamente por “homicidio simple”.
De acuerdo a las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el comerciante radicado en Bernardo de Irigoyen y acusado de matar a balazos a Pimentel, fue indagado por la jueza subrogante, Mariangel Koziarski, jueza Civil, de Familia y Violencia Familiar de San Pedro.
El magistrado que intervenía originalmente en la causa presentó la inhibición por motivos personales. La audiencia comenzó cerca del mediodía y se extendió hasta las 15. El acusado hizo uso de su derecho de declarar y argumentó que fue amenazado por la víctima y desde hace varios días su familia era hostigada.
El hecho se perpetró el viernes último pocos minutos antes de las 20 en el domicilio del acusado en el barrio Obrero de Bernardo de Irigoyen. Diego Pimentel fue baleado tras el reclamo por la supuesta participación del acusado en la desaparición de su primo, Maximiliano Pimentel (21).
A su vez, el crimen quedó enmarcado entre las sospechas de ajustes y resquemores vinculados a actividades ilegales de frontera como el tráfico de vino fino argentino hacia Brasil.
En este contexto, el comerciante detenido, quien lleva dos años de radicación legal en Bernardo de Irigoyen, junto a la víctima fatal y al joven desaparecido, estarían relacionados al contrabando de mercaderías hacia Barracao y Dionísio Cerqueira, principalmente. Fue arrestado tras las primeras consultas realizadas a vecinos que alertaron a la Unidad Regional XII por al menos doce disparos que escucharon a las 19.30 del día mencionado.
Según relató en su momento en sede policial el único sospechoso del asesinato, Diego Pimentel se presentó en una camioneta frente a su domicilio y comenzó a amenazarlo con un arma de fuego y a insultarlo por la desaparición de su primo. La versión fue muy similar a la declarada ayer en sede judicial y a su vez, según trascendió, aceptó que el desaparecido Pimentel trabaja para él aunque no supo nada de él desde que se fue a hacer una entrega de mercaderías al país vecino de Brasil.
“Matalo, matalo”
En su indagatoria el detenido habría agregado que “tras recibir el golpe en el rostro, que le lesionó la nariz, la víctima le dijo ‘te voy a quemar la casa con tu esposa e hija adentro’”. Ante esa amenaza de muerte y cuando el ahora fallecido caminaba hacia la camioneta, desde adentro del vehículo el imputado habría dicho que “escuchó que alguien gritó ‘matalo, matalo’, y repelió la agresión como acto defensivo”.
Habría aclarado que “salió a hablar pero que salió con un arma guardada entre sus ropas y que no la esgrimió hasta que le pegaron y amenazaron de muerte a su familia. Luego le dijo a sus parientes que se quedaba a esperar la policía pese a tener la frontera cerca y fue su esposa quien difundió el video para que se sepa lo sucedido ante las amenazas de muerte”.
Según las imágenes que registró la cámara de seguridad de la vivienda del detenido, Pimentel primero le apuntó con una pistola en la cara al brasileño y este no se mueve y, mucho menos, abre la reja o portón de acceso. La secuencia indica movimientos amenazantes de Pimentel y luego un golpe con el arma en la cabeza al dueño de casa, quien alcanzó a esquivarlo y toma distancia. Cuando la víctima fatal retrocede y se da vuelta hacia la camioneta Toyota Hilux, el brasileño le disparó al menos en ocho ocasiones, provocándole lesiones de bala calibre nueve milímetros determinantes en el abdomen, pecho y espalda. También se observan fogonazos provenientes de la camioneta.
El registro de video al que accedió este Diario finaliza con Antonio Pimentel (46), tío de la víctima fatal y padre del joven desaparecido de 21 años, escapando por la puerta de acompañante de la camioneta y desaparece de cuadro corriendo raudamente mientras el brasileño parece efectuar más disparos en esa dirección. Las heridas en el occiso fueron señaladas por el médico legista de la Unidad Regional XII en el informe que junto al cuerpo fueron enviados a la Morgue Judicial de Posadas para la autopsia que solicitó la Justicia.
Junto al cuerpo de Pimentel se encontraron una pistola nueve milímetros marca Bersa con cuatro proyectiles en el cargador. Ocho vainas servidas del mismo calibre a su alrededor, dispersas en la calle. Dentro de la vivienda del comerciante que disparó se secuestró una pistola marca Taurus, dos cargadores con 16 balas cada uno, 83 proyectiles también nueve milímetros y otros 50 pero de 38.
El sospechoso permanece detenido en dependencias de la comisaría de Irigoyen a disposición de la justicia que por estos días continuará con testimoniales del entorno tanto de la víctima como del acusado a fines de esclarecer el caso. Se considera un testimonio clave el del tío del hombre fallecido y padre del muchacho desaparecido. Se trata de quien iba como acompañante en la camioneta al momento del fatal desenlace.