Hace más de un mes, los usuarios del transporte urbano de la ciudad capital, Garupá y Candelaria tuvieron que afrontar un nuevo golpe al bolsillo ya que, a mitad de marzo, entró en vigencia el nuevo boletazo. Pero, más allá de la excesiva suba, los pasajeros siguen siendo rehenes del Grupo Z porque la prestación del servicio no mejoró, siguen las quejas por la falta de frecuencias y muchos vecinos quedan relegados porque las unidades no llegan hasta sus respectivos barrios.
A esto se suma otro problema: conseguir un lugar donde cargar la tarjeta SUBE en los barrios de Posadas, Garupá y Candelaria, es casi una misión imposible.
Los kioscos o agencias donde se realizan las recargas apenas superan los 50 en toda el área metropolitana. Es decir que, para miles de usuarios que viajan a diario, sólo hay disponible esa cantidad de lugares, cuando la mayoría se encuentra ubicado en el centro posadeño. Así, los más perjudicados son los vecinos de Garupá (que tienen la posibilidad de cargar su plástico en seis lugares) y quienes residen en Candelaria (donde se les reduce a cuatro los kioscos o agencias habilitadas).
Pero, como si fuera poco, el otro drama es que gran parte de la semana estos escasos puntos de recarga no cuentan con el saldo en las máquinas, obligando al pasajero a “peregrinar” para obtener saldo en su tarjeta. Si no lo logra, pagará el boleto único que es más caro.
Tras el “boletazo”, otra queja que se replica por parte de los usuarios es que el monto máximo de carga por tarjeta es de $600. Cabe recordar que el nuevo cuadro tarifario que entró en vigencia el pasado 14 de marzo contempla que el boleto único en Posadas con SUBE cuesta $30 y para quienes no cuenten con el plástico (o con saldo suficiente) se dispara a $50.
Estos nuevos montos representaron un incremento del 50% para los que tienen tarjeta ya que el pasaje costaba $20 y de casi 100% para los que no tienen la SUBE.
En tanto, el pasaje de Posadas-Garupá tiene un valor de $40 con SUBE y $60 sin la tarjeta. Y de Posadas a Candelaria el boleto con el plástico tiene un costo de $46 y sin la SUBE asciende a $80.
Con los $600 de carga máxima cualquier trabajador verá agotado rápidamente su crédito y deberá repetir el lamentable circuito antes mencionado.
“Por todos lados te mienten”
Luis Gilardoni, de Movimiento Acción Vecinal, habló con PRIMERA EDICIÓN sobre el tema. “Habían dicho que, con la nueva suba del boleto, iban a colocar nuevas bocas para recargar la SUBE”, recordó. Sin embargo, agregó que “en los barrios no se encuentra ningún lugar, prácticamente hay que ir hasta el centro”.
Apuntó que “en los barrios más alejados el problema es que no hay recarga o los fines de semana largo no se consigue por ningún lado”.
Sostuvo que “son muy pocos lugares donde se puede cargar la tarjeta y el otro problema es que estos tengan el crédito suficiente. Se debe tener en cuenta que eso es una inversión que debe hacer el kiosquero o el que quiera tener ese servicio porque eso se carga por adelantado; por ejemplo el comerciante carga $20 mil o $30 mil y si ese crédito se termina pasa un tiempo hasta que vuelve a comprar”.
Al mismo tiempo, indicó que “de dónde un kiosquero va a sacar $30 mil para recargar su máquina; por eso llega el fin de semana y pesar de que tiene la máquina, no tiene carga”.
A su vez, Gilardoni remarcó que “nunca se aumentó el piso del boleto negativo de la SUBE; es decir el boleto subió; pero el negativo sigue siendo de $5”. Especificó que “hoy si tenés $20 en la tarjeta va a marcar el rojo porque el pasaje único en Posadas está $30; es decir que para que pase se tiene que tener $25 en la SUBE”.
Advirtió que “no te cubre un boleto porque el piso de las máquinas nunca levantaron a pesar de que el boleto fue subiendo el monto. Ellos te dicen que supuestamente podés viajar con un boleto negativo o gratis, pero no es así. Tampoco es gratis porque una vez que se carga la tarjeta al toque descuentan”. Aseveró que “por todos lados te mienten”.
Otro reclamo es la capacidad de carga con la que cuentan los pasajeros. Romina Quinteros, una usuaria de Candelaria, advirtió que “ya que aumentó el pasaje que también nos brinden una mayor capacidad de carga en la tarjeta”.
Señaló que “con $600 se puede hacer unos 13 viajes de Candelaria a Posadas, pero si me quedo sin SUBE tengo que pagar $80 el único; es mucha plata”.