Cientos de palmas le pusieron un toque distinto a Posadsa en la víspera, ofrecidas por los vendedores a quienes mañana acudirán a la celebración de la Iglesia Católica del Domingo de Ramos que dará inicio a la Semana Santa.
Con el aroma característico de la “marcelita”, las palmas con sus diferentes tipos de adornos, aparecieron a la venta en lugares muy concurridos, como las dos plazas céntricas y en cercanía de cada sucursal de la principal cadena de supermercados.
Los precios, según lo observado por este Diario, variaron desde los 100 pesos hasta los 300, de acuerdo al tamaño de la palma, a la cantidad de “marcelita” y otras hojas que conformaban los ramos donde algunos la acompañaban con una estampita.
En la esquina de las avenidas Uruguay y Monteagudo, al igual que hace diez años, Ángel Tarnoski ofrecía la palma que confecciona junto a toda su familia a 150 pesos.
“Es una manera más de llevar unos pesos a casa en estos momentos muy difíciles y la celebración del Domingo de Ramos es algo tradicional, donde la gente busca tener su palma que no es sencillo conseguir, incluso cada año es más complicado, para ir a la misa y bendecirla como protección para la casa, para la familia”, indicó Tarnoski.
La gente que pasaba por el lugar al encontrarse con una cantidad importante de palmas ya preparadas, bien acomodadas en unas cajas de cartón, no podía evitar detenerse, preguntar por el precio y llevarse una, dos y hasta tres de ellas.
Tarnoski contó que “en mi caso voy a buscar las palmas a Santa Ana, de un vivero, porque no quiero molestar a los vecinos de Posadas que puedan llegar a tener porque además ocurre que van cortando muchas plantas que había para hacer barrios o casas nuevas y ya casi no quedan. En el vivero me fijo que todas las hojas estén bien verdes porque de lo contrario pueden aparecer algunas secas que la gente no quiere y también otro detalle es que tengan casi todas la misma medida. La ‘marcelita’ la buscamos dentro del monte, que hay años donde se encuentra en abundancia y en otros escasea. Este año en particular estuvo algo flojo, no se consiguió fácilmente”.
Progresivamente
Sobre las ventas dijo que “empezamos hoy y de a poco la gente se va enganchando. Por suerte está lindo el día y eso contribuye también para que la gente que pasa caminando pare a preguntar y se termine llevando. Muchos recuerdan el Domingo de Ramos al ver que estamos ofreciendo y compran para llevarle para la mamá, o para su esposa, sea hombre el que compra o una chica. Tradicionalmente es el sábado el día que más se vende, en especial por la tarde porque hay mucha gente que trabaja, no le queda mucho tiempo y un poco menos el mismo domingo”.
De acuerdo a los cálculos de Tarnoski, “se puede llegar a vender hasta cien palmas, eso depende principalmente de cómo está el clima y las ganas que uno le pone para ofrecer. Uno en diez años va aprendiendo cómo armar, somos seis en mi familia y todos colaboramos en el armado y en la venta”.
En la plaza 9 de Julio había también ayer varios vendedores de palmas, en proximidades de la Iglesia Catedral San José, que coincidieron en destacar que “el Reventón provocó que haya mucha más gente circulando hoy por el centro y de paso aprovechan para comprar ya una palma”, indicó Roberto Molina.
Agregó que “en nuestro caso somos vendedores ambulantes que aprovechamos las fechas puntuales para tratar de hacer alguna diferencia económica. Los ramos los armamos junto a mi mujer porque tenemos conocimientos de artesanía y eso nos permite manejar nuestros costos y vender a 200 pesos. Hay otros puestos que tienen las palmas a un precio más elevado porque se les ocurrió ponerle un detalle más que todo va sumando”.