Ministros de educación de las 24 jurisdicciones evaluaron en el Consejo Federal de Educación (CFE), que tuvo lugar el viernes en Ushuaia, la propuesta de sumar una hora más de clases en las escuelas primarias.
Para poder implementar esta iniciativa, el ministro de Educación de Nación, Jaime Perczyk, anunció ayer que se conformarán mesas de trabajo con todos los sectores de la comunidad educativa para avanzar con la extensión horaria en las escuelas primarias públicas de todo el país. “Vamos a conformar mesas de trabajo con los distintos sectores, como gremios, docentes y los ministerios de Educación de las provincias, para avanzar con la extensión horaria y llevar la jornada escolar a un piso de 25 horas semanales”, sostuvo.
“Tenemos que impulsar esta discusión. Estamos convencidos de que más días y horas de clases son fundamentales para mejorar los aprendizajes de los chicos”, explicó. Precisó que este debate de ampliar las horas de clase “empieza escrito por todos en la Ley de Educación” y aseguró que la escuela primaria “tiene que ser de 40 horas semanales”, es decir con jornadas de ocho horas.
“El objetivo es llegar a esa jornada completa y donde no podamos hay que lograr una jornada de 30 y que nadie tenga menos de 25 horas”, ratificó.
Perczyk admitió en la necesidad de “la construcción de acuerdos y consensos con las jurisdicciones y los gremios”, además de una inversión de “18 mil millones” para solventar el aumento proporcional de la jornada docente.
Mediano plazo
Este cambio, que en un primer momento se dijo que comenzaría en mayo de este año fue consensuado ayer en el CFE por las distintas jurisdicciones del país como un desafío más a mediano plazo que requiere la construcción de consensos desde ahora. Tal como adelantó el ministro de Educación de Misiones, Miguel Sedoff, la provincia acompaña la iniciativa pero “debe ser consensuada con todos los integrantes de la comunidad educativa de la provincia para su adecuada implementación”.
Además, Sedoff sentó postura sobre qué debería enseñarse en esa hora extra, “el sustento de la incorporación de este estímulo de trabajo tiene que ser siempre en resguardo del fortalecimiento de los aprendizajes en las áreas prioritarias: lengua y matemática”, indicó.
En la actualidad, Misiones cuenta con 112 escuelas primarias de jornadas completas (47) y extendidas (65), sobre el total de 874 establecimientos del nivel primario: sólo el 12,81% de las escuelas tienen una jornada de clases que supera las cuatro horas.
Una obligación legal casi caída en el olvido
Perczyk no propone algo novedoso, de hecho hay dos leyes vigentes en el país que fijaron plazos para que todas las primarias extiendan su horario. La Ley 26.075 de Financiamiento Educativo, sancionada en diciembre de 2005, cuyo artículo 2 exige: “Lograr que, como mínimo, el 30% de los alumnos de educación básica tenga acceso a escuelas de jornada extendida o completa, priorizando los sectores sociales y las zonas geográficas más desfavorecidas”. Este objetivo mínimo de llegar al 30% debía cumplirse en 2010.
También la Ley de Educación Nacional, de diciembre de 2006, dispuso en su artículo 26 que “las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa con la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados para este nivel por la presente ley”.
Lo de Perczyk no fue una idea loca, nacida de la noche a la mañana, pero sí sorprendió que planteara la puesta en marcha en todo el país a partir de mayo.
Objetivos incumplidos
Sólo tres provincias cumplieron con el objetivo fijado en la Ley de Financiamiento Educativo de llegar a 2010 con un mínimo de 30% de las escuelas primarias con jornada extendida: Tierra del Fuego (47% de los alumnos) Ciudad de Buenos Aires (42%) y Córdoba (33%). Vencidos todos los plazos, Misiones tiene en la actualidad sólo el 12,81% de sus primarias con jornada extendida, según los datos publicados por Sedoff.
Misiones anunció en 2011 que empezaría el ciclo lectivo 2012 con 35 escuelas de jornada extendida. Pero su implementación fue demorada hasta octubre de ese año y apenas se pudo aplicar en 15 de las 35 instituciones anunciadas. El principal problema fue la demora en la llegada de los fondos nacionales prometidos para la adecuación edilicia, la reestructuración del salario docente (que pasó a sumar tres horas de carga horaria) y los fondos para el desayuno, almuerzo y colación de media tarde para los alumnos.
Un factor inesperado afectó además la aplicación de la jornada extendida: la resistencia de los padres de los alumnos. No obstante, este rechazo inicial fue superado con los meses venideros.
Desde 2011 a la fecha, la provincia sólo implementó la jornada extendida en 65 primarias. Vale recordar que la modalidad de jornada completa es anterior a estas leyes.
“Hay que mejorar los niveles de aprendizaje”
Independientemente del proyecto de llevar de cuatro a cinco horas la jornada escolar, el Consejo General de Educación (CGE) trabaja en un programa para mejorar los niveles de aprendizaje en lengua y matemática, dados los datos oficiales que ubican a Misiones entre las cuatro provincias con niveles más altos de deserción, desgranamiento y bajos niveles de aprendizaje en lengua y matemática que arrastran los alumnos durante la educación obligatoria, hasta el último año del secundario.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el presidente del CGE, Albero Galarza, contó que el programa se enmarcará dentro de la educación disruptiva y se llevará adelante en forma inmediata con recursos humanos docentes que están en situación de disponibilidad o abocados a programas específicos, “tenemos cerca de 3.000 docentes en disponibilidad y cerca de 2.000 que no están frente a los alumnos porque están en diferentes programas”.
El primer paso de esta propuesta provincial, confirmó Galarza, será distribuir los libros de lengua y matemática “que tenemos para cada alumno de primaria y nuestros equipos tienen que salir a formar a los docentes sobre criterios de abordaje y trabajo con ese material”. Según indicó, “debemos trabajar con las metodologías activas del aprendizaje, no más de lo mismo”. Para ello, el CGE contará con equipos que se desempeñarán territorialmente con los docentes para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
“Si los docentes no se apropian de los materiales que nos mandó la Nación, los libros terminarán en la biblioteca y nadie leerá”, remarcó Galarza, quien articulará acciones con el Ministerio de Educación.