La inflación galopante y la pérdida del poder adquisitivo golpean fuerte a la sociedad, pero hay sectores que padecen mucho más. Ante este panorama, el sacerdote Alberto Barros, quien además es vicepresidente de Cáritas Posadas y párroco de la iglesia Sagrada Familia, habló sobre la pobreza en el país.
Al ser consultado por el contexto actual económico y social en el que se encuentra Argentina, Barros respondió que “nadie escapa que estamos viviendo una situación muy dura y dramática para muchos. Muchas personas están en situación de pobreza y la clase humilde perdió calidad de vida de una manera muy drástica y, muchos ingresaron a la zona de pobreza”.
“A mí tampoco me cierra el relato oficial que indica que bajó en algún punto la pobreza y se festeja como si estuviéramos bárbaros. En la Argentina creo que nos vamos acostumbrando al relato de la política, el cual a veces no se condice con la realidad”, dijo en declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones.
En consecuencia, consideró que “los números pueden ser -a veces- engañosos a la hora de ser presentados. La realidad de cualquier persona que está en la calle (muestra) a la hora de ir a comprar que el precio de hoy no es el mismo al de ayer o antes de ayer”.
Advirtió que “todo lo que es alimentos permanentemente está subiendo y esto impacta en las clases más pobres, donde prácticamente su gasto mayor es en alimentos”.
Opinó que “no se entiende como desde hace años venimos hablando del mismo tema. Algo en Argentina no funciona desde hace mucho tiempo; por lo cual hay que buscar la causa de esto o hay una gran incapacidad en la conducción política argentina. No se entiende por qué se repiten las mismas situaciones que nos empantanan en esta situación dramática de pobreza”.
En esta línea, advirtió que “hay muchas familias que ya no comen adecuadamente en cantidad y en calidad. Hay muchos chicos con problemas de malnutrición, desnutrición y eso impacta luego en su desarrollo integral, en el aprendizaje y terminan abandonando la escuela, es una situación muy dura”.
Dijo que “me resisto a ser pesimista, pero no ven grandes horizontes que despiertan esperanzas; ojalá que sí se pueda revertir y lo antes posible”.
Barros también abordó la situación actual de los chicos y jóvenes que viven en la pobreza. Expuso que “no hay respuesta simple. La realidad es compleja y cada persona es un mundo aparte”.
Pero, indicó que “desgraciadamente cuando hay chicos que nacieron y crecieron en la pobreza, llegan a la adolescencia sin grandes perspectivas de futuro y tampoco lo ven en sus familias”; al mismo tiempo, apuntó que “muchas veces terminan buscando una evasión en las adiciones, ya sea el alcohol o las drogas que hoy la tienen al alcance de la mano con una facilidad enorme, y uno ve cómo se extiende ese veneno en los barrios más humildes; por supuesto que en todas las clases sociales hay consumo de drogas; pero en los chicos más humildes el consumo está asociado a la falta de perspectivas de un futuro mejor”.
En este punto, recordó las palabras del papa Francisco: “No permitamos que nos roben la esperanza” y mencionó que “creo que a muchos de los jóvenes en la Argentina se les robó la esperanza porque no se les da un futuro que les permita vivir mejor en todos los aspectos de la vida y eso para mí es muy doloroso”.
¿Guerra contra la inflación?
Sin entrar en lo profundo de la política y tampoco ponerse de ningún lado de la grieta, Barros sostuvo que “uno tiene la impresión de un presidente que un día dice una cosa, otro día dice otra cosa”.
“No da la impresión que haya un programa serio de Gobierno en todos los aspectos que hacen a la política de un país“, dijo al ser consultado sobre la guerra contra la inflación.
Indicó que “la realidad es la que nos dice la verdad y la misma contradice que esa supuesta guerra contra inflación refleje algún logro. Todas las semanas se va perdiendo la batalla contra la inflación. Ojalá que se revierta”.
Subrayó que “mi percepción personal es que muchos de los políticos tienen cierta desconexión con la realidad, las generalizaciones son siempre horrendas. Da la impresión de que vienen las elecciones y se fascinan con las cuestiones de candidaturas; mientras el pueblo está mal”.
“Me parece que es una falta de respeto al pueblo estar obsesionado con candidaturas y estrategias porque en el fondo es darle la espalda a los dramas de las personas y estar pensando en los intereses propios de un sector ya sea oficialismo u oposición”.
“Necesitamos darle a la política el valor que tiene como el instrumento para transformar la realidad y hacer mejor la vida de las personas”, remató.