Ayer, el Gobierno confirmó que el bono que se pagará a los jubilados que cobran la mínima será de $6.000. Hoy el presidente Alberto Fernández daría los detalles de cuándo y cómo se abonará dicha suma. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Eugenio Semino, abogado y Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, aseguró que este bono “es la nada misma” y agregó que “los bonos por única vez se extinguen en el momento, es el agua entre los dedos”.
Además, Semino remarcó que se debe tener en cuenta que “cinco millones de jubilados y pensionados están cobrando de bolsillo en este momento 31 mil pesos, que es alrededor de un tercio de lo que necesitan realmente para vivir”, por lo cual le pareció “una falacia” la afirmación del presidente Alberto Fernández que los jubilados “le habían ganado a la inflación”. Cabe recordar que hace quince días el Presidente anunció que “el reajuste de marzo, generado por la Ley de Movilidad, fue del 2,28%, es decir tres mil pesos, y los jubilados ya habían pagado los aumentos de los precios en diciembre, enero y febrero”.
Una vez más la realidad desbordó cualquier expectativa y el Gobierno vuelve a dar “paliativos como son los bonos, que decía son la nada misma en razón de que los jubilados no cubren el tercio de sus necesidades básicas con lo que están percibiendo y los bonos por única vez se extinguen en el momento, es agua entre los dedos” aseveró Semino y sostuvo que “se sigue dejando de lado tomar seriamente el tema. Por ejemplo una lectura elemental es que los haberes jubilatorios están por debajo de la línea de indigencia fijada por el propio INDEC es decir, por el propio organismo oficial, y se mantiene en el tiempo porque van pasando las administraciones y la situación empeora. Yo creo que no nos cabe duda que hoy con 30 mil pesos no puede vivir ningún argentino de cualquier edad en nuestro país”.
El defensor de la tercera edad manifestó que hay un tema “esencial” y es que “el sistema político no toma al adulto mayor como reproductor de riquezas, como un consumidor, se lo toma como un gasto, por lo cual acá a los 65 años nos aplican un rifle sanitario y quedamos fuera de la consideración de la sociedad de mercado, de la sociedad de consumo”.
Finalmente aseveró que “el problema es cada vez mayor. Las personas de 65 años, a las que la biología les ofrece 20 años más de vida con calidad, pasan a ser simplemente asistidas con las sobras del sistema, por eso los presidentes y ministros dicen las barbaridades que dicen al respecto. Es un réplica de una concepción de sociedad de una concepción filosófica y de una discrimnación por la edad que es muy antigua en el mundo, pero desgraciadamente no lo es en la Argentina“.