La llegada de un bebé siempre supone una alegría en todos los hogares, aunque los gastos iniciales necesarios para el primer año de vida pueden desestabilizar las economías de las familias.
Además, mantener un recién nacido y trabajar al mismo tiempo pueden suponer un complicado gasto al bolsillo de los padres, por lo que las guarderías cumplen una función clave para su cuidado.
En el caso de padres primerizos, una mamá de un nene de dos años contó a PRIMERA EDICIÓN los costos que inicialmente se requieren pagar para mantener un bebé. En primera lugar, contempla los siguientes gastos: 4 mil pesos una cuna, 6 mil pesos un cochecito y 10 mil pesos en gastos varios (mamadera, ropa, cambiador básico, productos de higiene y algunos gastos médicos).
También otras mamás contaron a PRIMERA EDICIÓN cuánto gastan en promedio para costear otros gastos importantes:
- • Pañales: 5 mil pesos al mes.
- • Leche de fórmula: 10 mil pesos al mes.
- • Una mamadera: 1.000 pesos.
- • Guardería: arrancan con 8 mil pesos por tres veces a la semana durante un mes.
En materia de alimentos, contaron que en promedio les cuesta $10.000 al mes en leche para su bebé. En pañales, gastan aproximadamente $5.000 al mes y en ropa se aproxima un precio similar. Y para trasladarse, una madre contó que debe pagar al menos $15.000 en combustible por mes para trabajar y cuidar a su hijo.
Las guarderías suponen el mayor gasto para los padres
Cada familia destina un porcentaje diferente en cada rubro. Algunos gastarán mucho en vestimenta y alimentación, otros le asignaran un mayor monto a la educación y al cuidado, como lo es el caso de las guarderías y niñeras.
Por otro lado, Selene Benítez, mamá de un hijo y peluquera, contempló sobre los gastos de los servicios que supone costear una niñera. “No pago una niñera porque consulté y me dieron un precio de $350 la hora, por lo que tenía que dejar la mitad de mi sueldo (cerca de $40.000) si quería dejar a mi bebé en una guardería”.
Además, por su carga horaria no puede recurrir a las guarderías ya que cierran para cuando sale del trabajo. “Encima es un precio muy elevado (por encima de una niñera) dejarlo todo el día”, expresó.
No me rendía. Afortunadamente, mis papás me pudieron ayudar a mantenerlo”.
En el caso de las guarderías públicas, una mamá aclaró que había una cerca de su casa pero que “no tenían cupo, además de que trabajaban solo a la mañana y a la tarde. Por suerte, pude recurrir a mis papás ya que sino se me iba de las manos”.