Los obreros rurales son el primer eslabón de la cadena de trabajadores; sin embargo, todavía resta seguir apostando a normativas para que éstos gocen de ciertos beneficios. Roberto Buser, titular del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), brindó un panorama actual de lo que está sucediendo con este grupo, qué normativas faltan modificar o a cuáles se deben apostar.
Por un lado, Buser admitió que la compatibilidad de planes sociales y el trabajo formal todavía está en práctica. Expresó que “hay actividades que no tienen convenios (de trabajo) y tienen problemas porque muchos de los trabajadores de temporada, como se denominaba antes, tienen planes de algún tipo; pero desafortunadamente se les caen los planes cuando se los da de alta y eso trae inconvenientes”.
Agregó que “se está trabajando con el Ministerio de Trabajo para que se pueda dar de alta a todos los trabajadores que tienen planes sociales sin que los pierdan. En esto se está trabajando desde septiembre del año pasado”. Si bien hay decretos que regulan esta situación, el titular del RENATRE señaló que “tenemos diferencias porque hay una resolución de Desarrollo Social que otorga la Tarjeta Alimentar, pero automáticamente a los obreros se les cae cuando se les da el alta. Esto complica este trabajo que se está haciendo con la idea de compatibilizar estos planes”.
“Ahora estamos esperando las estadísticas de todas las cosechas que se hacen en verano en otras regiones del país, para ver el éxito que se pudo tener con la difusión de estos decretos y tratando de que el trabajador se blanquee”, señaló.
Remarcó que “lo que siempre planteamos es que haga algo práctico para que se beneficie al trabajador rural porque es el que nos da de comer a todos. Sin los trabajadores rurales la Argentina no vive. Por lo cual, hay que protegerlo un poco más, es un trabajo muy sacrificado”.
Al momento de ser consultado por las actividades que más informalidad registran, Buser deslizó que “varían mucho de una provincia a otra”.
Describió que “me sorprende que el 80% o más de los registrados en Misiones, en todas las actividades, según las estadísticas del registro del RENATRE, son trabajadores yerbateros”.
Pero, teniendo en cuenta esos datos hay otros sectores que no estarían dentro de los registros; y ante esto, dijo que “vemos que hay algo que no está funcionado porque estas son informaciones oficiales que son cruzadas con informaciones de la AFIP y de la ANSeS”.
Recalcó que “esto lo hemos planteado en Misiones hace dos años y en 2021 lo hicimos de nuevo porque en las estadísticas podemos ver actividad por actividad y mes por mes. Es interesante ver como arrancamos con 8.700 en febrero o marzo y las registraciones suben hasta agosto cuando se llegó a 22 mil obreros de la yerba, sobre 24 mil o 25 mil totales de la provincia”.
En consecuencia, el titular del RENATRE destacó el sistema de convenio de corresponsabilidad gremial. “Me comentaron que es uno de los mejores convenios (del sector de la yerba) de las docenas que hay en el país, así que no hicimos mal nuestro trabajo en Misiones sino que al contrario faltaría agregar otras actividades”.
Recordó que en el caso de la tierra colorada “sin convenio nunca se superaron los 8.000 obreros en época de cosecha y eso era una preocupación para muchos; pero con la puesta en marcha del mismo se llegó a 22 mil o 24 mil con la yerba” y agregó que “esto se dio porque el convenio ha facilitado la registración”.
La cultura de trabajo en el campo
Por otro lado, el titular de RENATRE, Roberto Buser también se refirió a la cultura de trabajo y las ofertas formales.
Indicó que “en el ámbito rural no se perdió la cultura, es una visión que tengo. Siempre existió el trabajo de temporada o de cosecha; y con la reforma de la ley del peón, cambió de nombre, pero no cambiaron las condiciones. Ahora se llaman permanentes y permanentes discontinuos”
Apuntó que “se debe pensar que son los salarios más bajos que existen y el más sacrificado”.
Sin embargo, reconoció que “hay que simplificar la registración y simplificar para los empleadores los pagos porque muchas veces no coinciden las cosechas el período de pago de la producción”.
Ante esto, agregó que “eso generaba deudas porque se tiene a todos los empleados en blanco, pero no tiene para pagar los aportes ni las contribuciones porque no se vende la producción”.