A pocos días del inicio de clases, pautado para el 2 de marzo, los docentes regresaron ayer a las escuelas y se preparan para la presencialidad plena. Para ello, esta semana harán un relevamiento de las condiciones de las instituciones.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la secretaria general de UDA Misiones, Mirta Chemes, contó que “estamos haciendo un monitoreo de en qué condiciones se encuentran las escuelas”. En vistas al anuncio de la presencialidad plena, aclaró que “estamos de acuerdo en que nada reemplaza a la presencialidad”.
En este sentido, señaló que “si bien se eliminó el sistema de burbujas, debe verse que las aulas puedan airearse y un distanciamiento mínimo. Son muchos puntos para acomodar y tener una presencialidad plena y cuidada para todos. También debe seguir usándose el barbijo y ver que se provean los elementos sanitizantes a las escuelas”.
Chemes remarcó que “las escuelas que no estén en condiciones no deberían arrancar”.
En cuanto a mejoras edilicias pautadas en la provincia, recordó que “hubo un relevamiento en 300 escuelas y vamos a ver si realmente llegaron los arreglos, porque a veces hacen el listado, van a ver y nunca más aparecen las empresas, tal como ocurrió en 2021”.
Esta semana, “están las mesas de exámenes. Además, se están organizando los exámenes para los estudiantes que deben recuperar materias de la pandemia”, agregó. En este sentido, la secretaria general de UDA Misiones aseguró que “donde no coincidimos con el Consejo General de Educación es en la creación de 10 instancias de examen con tribunal, pero sin suspensión de clases, cuando el docente no puede hacer dos acciones a la vez”.
A unos días de iniciar las clases “deben recuperarse el sistema de libreta abierta para los chicos que no lograron alcanzar los objetivos a diciembre 2021. No se trata de mesas, pero tienen que presentar trabajos para recuperar contenidos”, agregó.
Un reclamo permanente
Por su parte, la secretaria general de UDNAM, Estela Genesini, explicó que también realizarán un relevamiento del estado de las escuelas. Y planteó que cuando “el Gobierno vuelve a hablar de presencialidad plena estamos preocupados por la salud, porque muchos chicos no están vacunados. En la provincia fallecieron niños muy pequeños que no tuvieron acceso a la vacuna”.
Con las clases virtuales en la primera etapa de la pandemia “al no estar el docente en presencialidad, las escuelas decayeron un montón porque la propia comunidad educativa es la que mantiene la institución en pie”, añadió. Gracias a ese esfuerzo, indicó que “algunas escuelas están operables para trabajar”.
Sin embargo, Genesini compartió que “hay escuelas secundarias que todavía son galpones y otras que tienen letrina. Se anunciaron obras para conexión de agua para unas 200 escuelas y vamos a comprobar si realmente se hizo. De igual forma, hablaron de 633 escuelas que se arreglarían”.
Entre los reclamos del Frente de Trabajadores de la Educación en Misiones, contó que “están los porteros, como parte de la comunidad educativa. Están con contratos y librados a su suerte. Ni hablar de las cocineras, que en general las escuelas que organizan cooperadoras o desde la comunidad educativa se encargan de pagarles. Todas las escuelas que tienen comedor necesitan una cocinera, pero no existen nombramientos”.
Necesidades en las escuelas
El secretario de UTEM, Leandro Sánchez, explicó que en Misiones “muchas escuelas se repararon, pero en otros casos se necesitaba un edificio nuevo y eso nunca pasó”.
Actualmente, “falta mucho, porque hay lugares que no están en condiciones. En Campo Viera, en su desesperación, los docentes querían pagar una conexión de agua”, contó.
Sánchez aseguró que “la preocupación es por la presencialidad plena, ya sin burbujas, la cual es importante, pero debemos contar con los medios necesarios”. En muchas escuelas “también se necesita actualización de las partidas para comedores escolares, en cuanto a montos en base a la inflación y la cantidad de niños”.
Para asegurar la educación durante la pandemia, afirmó que “los docentes hicieron de todo, desde fotocopiar cuadernillos y repartirlos en moto, juntar niños en lugares con señal, hasta adaptar galpones para transformarlos en aulas para acompañar a los alumnos”.