“Actúen ya. Si pueden extender la duración de su deuda, por favor háganlo. Si tienen descalces de monedas, ahora es el momento de trabajar en ese tema”. Así, directa y dura, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, se refirió a los países con alta deuda en dólares, como Argentina. Lo hizo durante una panel virtual en el Foro Económico Mundial de Davos.
La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos ha avanzado una posible subida de los tipos de interés para controlar la elevada inflación, una retirada de los paquetes de estímulo que en opinión del FMI también tiene implicaciones en otros países con deuda en dólares, lo que puede enfriar su recuperación económica.
Georgieva cree que esa suba generará un ‘fly to quality’ que retirará fondos de los emergentes, con el consiguiente impacto.
La directora del FMI, que no mencionó a la Argentina, con quien negocia un nuevo programa, luego del fallido stand by otorgado a Cambiemos en 2018, pero citó el caso de China y su estrategia de tolerancia cero contra el COVID, que incluye restricciones a la movilidad y confinamientos para atajar los rebrotes, y que se está traduciendo en una severa desaceleración que demuestra que la variante Ómicron es “difícil de contener” sin que tenga un “impacto económico dramático”.
Para Georgieva, la Fed, “está actuando de forma responsable porque la inflación en Estados Unidos se está convirtiendo en una preocupación económica y social”.
Tasas y vacunas
Georgieva dijo que es importante que los banqueros centrales se guíen por los datos a la hora de responder a la inflación y comuniquen claramente cualquier endurecimiento de la política monetaria, pero también es fundamental que otras autoridades monetarias respondan, especialmente aumentando los esfuerzos para impulsar las tasas de vacunación en todo el mundo.
“Lo primero y más importante es reconocer la importancia de luchar contra la pandemia”, dijo, señalando que 86 países alrededor del mundo no habían alcanzado el objetivo de vacunar al menos al 40% de su población para finales de 2021.
También dijo que la inflación era un fenómeno específico de cada país que estaba haciendo que las respuestas de política monetaria fueran más complicadas en 2022 que durante 2020, el primer año de la pandemia. “Quizá fue un poco prematuro que China retirara sus políticas de estímulo, las debería haber mantenido durante algo más de tiempo”, señaló.
No obstante, recalcó que ahora mismo “las condiciones de cada país son muy diferentes, por lo que no pueden tener la misma política en todos los sitios”, en contraste con la situación de 2020, cuando en el arranque de la pandemia se adoptaron medidas similares por todo el mundo.
En su discurso, Georgieva puso como ejemplo lo que ocurre en materia de inflación en dos “gigantes” como Estados Unidos y Japón, ya que mientras que en el primero la subida de precios subyacente -sin tener en cuenta la energía- ronda el 5,5 %, el segundo cerró con una tasa de prácticamente el 0%.
López Obrador, también habló
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió este viernes al FMI un trato “justo” para la Argentina en la renegociación de su deuda con el FMI.
El Gobierno argentino negocia a contrarreloj con el FMI una extensión de plazos para el pago de vencimientos sobre unos USD44.000 millones que contrajo en 2018. Todo en un contexto de mucha incertidumbre económica, con fuerte presión sobre las cotizaciones alternativas del dólar, con la opción libre que llegó a un nuevo récord de $218 y las financieras también en alza.
“Aprovecho para hacerle un llamado al FMI con el propósito de que le den un trato justo a Argentina, que asuma el FMI su responsabilidad en el endeudamiento”, expresó AMLO.
El mandatario mexicano agregó que el FMI debe reconocer “con honestidad, con ética” que cometieron un “error” al otorgar al gobierno de Mauricio Macri créditos “más allá de lo razonable”.
“Por razones políticas querían que ganara de nuevo el presidente que estaba en funciones y entonces les dieron dinero y lo que hicieron fue agravar la crisis económica y financiera de Argentina (…). Hay una corresponsabilidad, tienen que asumir eso”, sostuvo López Obrador, sin citar expresamente a Macri.
Sobrecargos del FMI: apoyo rival
Un grupo de acreedores privados de la deuda externa argentina, que ya pasó por el proceso de dos reestructuraciones (2005/2010 y 2020), envió un sorpresivo apoyo a Martín Guzmán y su equipo en las negociaciones con el FMI.
Los bonistas que conforman el Argentina Exchange Bondholders Group consideran que el FMI debe eliminar los sobrecargos que cobra, que en el caso de la Argentina son de 300 puntos básicos y elevan la tasa de interés del préstamo a 4,05% anual.
De lograrlo, esto implicaría para la Argentina un ahorro de u$s1000 millones por año o de u$s 10.000 millones a lo largo de un programa de Facilidades Extendidas (EFF).
Asesorados por el abogado Dennis Hranitzky, excolaborador del “fondo buitre” de Paul Singer, los fondos comandados por Monarch comunicaron que coinciden con el economista Patrick Honohan, que escribió un artículo para el Peterson Institute for International Economics (PIIE) acerca de la necesidad de eliminar las sobretasas que el FMI cobra a los países “agobiados” por la deuda.
Los bonistas también le dieron la derecha al reclamo del ministro de Economía. “El FMI es prestamista senior y aún así recibe la tasa más alta entre acreedores de Argentina. ¡Indefendible y contraproducente!”, plantearon.
Es que ellos están cobrando una tasa de interés de 3,07% en promedio por sus títulos, a lo largo de toda la vida útil de los bonos, frente al 4,05% que percibe el FMI en estos momentos.
“Reducir sobretasas a cambio de un plan económico serio es el camino”, indicaron los acreedores, que en su desesperación por el desplome del valor de sus activos vienen siendo muy duros contra el Gobierno.
Sin ir más lejos, en las últimas semanas, los fondos de inversión criticaron los subsidios y la caída de reservas y se atrevieron a llamar al país como “Argenzuela”.
Los bonos argentinos cotizan a paridades por debajo de los u$s 30 y rinden hasta un 25% anual en dólares, por la incertidumbre en torno a las negociaciones con el FMI y un posible default. Desde que salieron en septiembre de 2020, estos activos perdieron casi la mitad de su valor y el mercado asigna altísimas probabilidades a un escenario de cesación de pagos.
Fuente: Medios Digitales