El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas condenó en juicio abreviado a 6 años de prisión a un hombre oriundo de Puerto Iguazú, acusado de integrar una banda narco transnacional y de ser “el nexo entre el proveedor de cocaína con epicentro en Paraguay y su comprador, ubicado en Uruguay”, indicaron fuentes del caso.
Se trata de Adán Segovia Buenaventura, de 48 años, según consta en el fallo al que tuvo acceso PRIMERA EDICIÓN.
Los otros tres implicados en la causa recibieron penas que van de los 6 a los 2 años. Fue en octubre pasado y tras admitir su culpabilidad en el transporte del estupefaciente. Se trata de un remisero y dos estudiantes. Llevaban oculta la droga desde Brasil, luego por rutas misioneras y completaban la triangulación entre países ingresando a Uruguay por Entre Ríos.
Sin embargo, restaba el juicio al señalado “cerebro” de la banda, quien se cree estuvo a cargo de “la diagramación, coordinación y logística” para hacer posibles los traslados de la cocaína de un punto a otro.
El remisero y las estudiantes
El caso por el cual se desbarató a la banda se inició el miércoles 19 de febrero de 2020, cuando efectivos de la Policía Seguridad Aeroportuaria (PSA), en un control que se realizaba en la intersección de las rutas nacionales 12 y 101 (en Puerto Iguazú), interceptaron un Citröen C4 que era conducido por Leandro Venicio Mayer, de 30 años, acompañado por dos jóvenes de 24 y 26 años, todos con domicilio en Puerto Iguazú. Al requisar el rodado los uniformados detectaron que llevaban ocultos en un doble fondo 21,545 kilogramos de pasta base (cocaína), distribuidos en 21 panes.
Las jóvenes acordaron penas de tres años de prisión condicional. El remisero en tanto, recibió una pena de seis años de prisión. Según el pedido de juicio del fiscal instructor, Mayer respondía a otro individuo, Adán Segovia Buenaventura, considerado uno de los “cerebros” de las operaciones y vínculo con los proveedores de drogas en Paraguay, quien fue detenido. Segovia Buenaventura fue sindicado como “el nexo entre el proveedor de la sustancia estupefaciente con epicentro en suelo paraguayo, y su comprador, en Uruguay. Finalmente fue condenado a seis años de prisión por el delito de “transporte agravado de estupefacientes”.
Migraciones y escuchas
No caben dudas que Mayer, el remisero, dejó muchas pistas en Migraciones. Así pudieron verificar que realizaba movimientos con un patrón común: egresaba del país por el puente internacional “Tancredo Neves” (en la Triple Frontera) hacia Foz do Iguaçu (Brasil). Al día siguiente, ingresaba por el mismo sector, y desde allí inmediatamente viajaba hacia Entre Ríos, más precisamente hasta el paso internacional de Colón, donde egresaba del país hacia Paysandú, Uruguay.
No obstante la punta de ovillo para dar con la banda comenzó a fines de julio de 2019, cuando personal de Gendarmería se encontraba en el acceso a Tapebicuá, Corrientes, a la altura del kilómetro 536 de la ruta nacional 14.
Allí interceptaron un Citroën C4 el cual, en un “doble fondo” del piso, debajo de los asientos, llevaba casi 33 kilos de cocaína de máxima pureza. A partir de este procedimiento donde fue detenida una pareja que iba con un bebé, la policía aeroportuaria inició la pesquisa que incluyó escuchas telefónicas, donde pudieron detectar que Segovia Buenaventura era una de las piezas claves de la banda narco. No se descarta que desde Uruguay la droga iba al mercado europeo.