La semana terminó con datos sobre la pobreza que siguen siendo alarmantes. Según el informe “Crisis del empleo, pobreza de ingreso y privaciones sociales estructurales. Argentina Urbana 2010-2021”, del Observatorio Social de la UCA, el 33,9% de los hogares y 43,8% de las personas se encuentran bajo la línea de la pobreza en el país.
El reporte señala, además, que entre julio y octubre de este año el 6,4% de los hogares y 8,8% de las personas eran indigentes. Son millones de argentinos que no pueden garantizar a sus familias o a sí mismos un plato de comida, una educación, el acceso a vivienda, agua potable, etc.
Mientras se conocían las estadísticas, asumían en el Congreso nacional diputados y senadores que fueron electos en noviembre pasado. Fueron oficialistas y opositores como no alineados a las dos grandes patas de la grieta política que divide a la Argentina.
Cuando fueron votados hace un mes, los ciudadanos depositaron en ellos su confianza para que trabajen en la búsqueda de soluciones a dramas sociales y económicos que involucran a pobreza, indigencia, desempleo, inflación, por mencionarse a los que vienen castigando duramente a los argentinos en los últimos tiempos.
Sin embargo, hubo señales en el Frente de Todos como en Juntos por el Cambio de que la carrera (en pleno desarrollo) hacia 2023, ya generó divisiones políticas o ideológicas, en las cuales los flamantes representantes pusieron sus primeras energías en visibilizar en el reparto de cargos o en un acto masivo como el día de la democracia.
Si ese mismo esfuerzo que ponen en la discursiva lo trasladaran en abordar consensos para superar los problemas, tal vez la realidad argentina sería otra. Es que los egos de los dirigentes, lamentablemente, atentan contra los grandes acuerdos que se necesitan para salir adelante.
Vale recordad un párrafo de la despedida que el exsenador Esteban Bullrich hizo el jueves cuando renunció a su banca para pelear contra la ELA: “Nuestro país clama por consensos. Los números de pobreza, la falta de desarrollo, los jóvenes que se van del país, la catástrofe educativa y la continua y prolongada postergación de nuestros sueños, producida por un estancamiento del que somos culpables los políticos y no los argentinos, nos obligan a gobernar diferente. Todos hemos sido culpables de gobernar con tapones en los oídos, todos, nosotros también. No hay más tiempo para eso. Nadie tiene más tiempo para que juguemos a no ponernos de acuerdo”. Lo aplaudieron de pie en el Senado pero nada cambió en la práctica del ejercicio político y de gobierno.
En el medio, esperando federalismo
Mientras transcurren los continuos episodios cotidianos de división, hay un grupo que transita por el medio, buscando protagonismo en el Congreso. Se denomina “Provincias Unidas” y está integrado por Somos Río Negro, el Movimiento Popular Neuquino y el Frente de la Concordia de Misiones.
Al igual que otros sectores que se mantienen aislados (los que responden a Schiaretti por Córdoba, lo que queda del lavagnismo, entre otros) se propusieron pelear contra la falta de federalismo. Algo que la renovación misionera viene planteando con mayor firmeza este año y a lo que se suma en la tierra colorada a lo ocurrido en años anteriores (la entrega de coparticipación, el endeudamiento, la venta del patrimonio ocurridos en los ‘90).
En la Rosadita aseguraron en los últimos días que, si las ideas son comunes, no se descartaría ampliar Provincias Unidas. “Igualmente hay vínculos muy estrechos, de diálogo permanente y diario con los bloques que responden a Lavagna, a Randazzo y con los cordobeses de Schiaretti. Se puede dar una sorpresa y crecer de golpe, siempre que se mantengan las ideas fundantes. Incluso hubo contactos con el sector que lideran Lousteau y Jacobitti, que se desprendió del radicalismo ortodoxo y conservador”, aseguraron a este Diario.
El eje seguirá siendo juntar a quienes no forman alianza con el Frente de Todos ni con Juntos por el Cambio, pensando en poder establecer en la agenda pública las respuestas a soluciones largamente esperadas.
Presupuesto, primera prueba
La semana cerró con la novedad que el presupuesto nacional 2022 podría tener dictamen de comisión el miércoles, para ser aprobado en la sesión del día jueves 16 de diciembre, según lo advirtió el diputado radical Martín Arjol, vicepresidente del grupo de los 33.
“Hoy el Gobierno nacional no empieza con el pie correcto ante el nuevo Congreso de la Nación, pretende que sea una escribanía y no es la tarea para la que nos votaron los argentinos”, cuestionó el radical misionero.
El tratamiento de la ley que fija el reparto de los recursos a las provincias será la primera prueba que tendrán que atravesar las provincias no alineadas a la grieta para sacar provecho de la letra fina, a cambio de votar el proyecto remitido por la Casa Rosada.
Diego Sartori, vicepresidente del interbloque Provincias Unidas, fue ratificado como vocal de la comisión de Presupuesto y tendrá una enorme responsabilidad en negociar un incremento de partidas no sólo para Misiones sino también para Río Negro y Neuquén.
El gobernador Oscar Herrera Ahuad viajó y se entrevistó con el reelecto presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para dejarle una carpeta con números y obras que Misiones necesita, además del continuo reclamo de un área especial impositiva.
Evidentemente habrá poco tiempo para negociar, si es que se cumple el presagio de Arjol.
Recambios y reemplazos
En Misiones asumieron 20 nuevos diputados y también concejales en los municipios donde hubo recambio parlamentario en las elecciones del 6 de junio.
El movimiento dio lugar a los reemplazos institucionales en Puerto Piray (Alberto Lezcano se convirtió en diputado y se hizo cargo de la intendencia Mirtha Elizabeth Lezcano); en Santo Pipó (Mabel Cáceres juró en la Legislatura y la sucedió Luis Fabián Bourscheid). Y también juró Andrés Cuper en Wanda tras ser electo el 14 de noviembre intendente, tras reemplazar al fallecido Felipe Jeleñ.
En el Gabinete provincial, la salida de Mario Vialey (ahora diputado) permitió la jura de Víctor Kreimer como nuevo ministro de Ecología. Y, para reemplazar a Kreimer en Coordinación de Gabinete, fue elegido Ricardo Wellbach (diputado nacional hasta el pasado 10 de diciembre).
Esta semana en Oberá, será el turno del juramento como intendente del edil Pablo Hassan, por la elección como diputado nacional de Carlos Fernández. Se trata de una figura joven en medio de un reclamo de los obereños de un recambio en el Ejecutivo.
Señales políticas
En la Legislatura de Misiones se eligieron autoridades. Los bloques de la UCR, PRO, PAyS votaron la moción renovadora de reelegir a Carlos Rovira como presidente del cuerpo, a Hugo Passalacqua como vice y la incorporación del macrista Horacio Loreiro como vice segundo. Al hacer un balance del año legislativo, donde se aprobaron 91 leyes de ámbitos como la salud, la educación, innovación tecnológica, economía, producción, generación de empleo, entre otras, la renovación se encargó de destacar que la mitad de las leyes aprobadas fueron de diputados opositores, como gesto de convivencia y diálogo parlamentario.
En el Concejo Deliberante de Posadas se replicó la unanimidad, con la elección del renovador Horacio Martínez (el candidato más votado en junio pasado) con el acompañamiento de su colega de bancada Mariela Dachary y el radical Rodrigo de Arrechea como vicepresidente segundo.