Hace exactamente 123 años, el 2 de diciembre de 1901, el inventor estadounidense King Camp Gillette (1855-1932) patentaba la primera máquina de afeitar de hojas desechables.
Aunque ya existían varios modelos previos a este diseño, su principal innovación fue una hoja delgada y de bajo costo, fabricada en acero estampado y desechable.
Las maquinitas de afeitar ya existían desde mediados del siglo XIX pero utilizaban una hoja de metal forjado. En 1870, los Hermanos Kampfe presentaron un nuevo modelo de rasuradora. Gillete mejoró estos diseños iniciales e introdujo la hoja de acero estampado para cuchilla.
La navaja de Gillete salió al mercado al precio de 5 dólares (US$140 de 2014) -la mitad de salario promedio semanal de un trabajador- y aún así vendía millones de unidades.
Para comercializar sus productos, fundó en 1901 la empresa Gillette Safety Razor Company. En 1903 vendió 51 maquinillas y 168 cuchillas, mientras que al año siguiente, con una política de precios bajos, vendió 90.884 maquinillas y 123.648 cuchillas.
En 1908, la empresa se estableció en Estados Unidos, Canadá, Francia y Reino Unido. En 1915 las ventas de cuchillas superaban los 70 millones de unidades.
Gillette, un socialista utópico, abogaba porque todas las industrias del país debían ser controladas por el pueblo como único dueño.