Pablo Emilio Escobar Gaviria, uno de los fundadores del llamado Cártel de Medellín, nació en Rionegro (Antioquía) en 1949 y murió en Medellín en 1993.
Hijo de un administrador de fincas y de una maestra rural, empezó en oficios menores, lavando coches o ayudando en los mercados; también fue criador de vacas para luego pasar a matón a sueldo y ladrón de coches.
Su carrera delictiva se inició con la compra de objetos robados y el contrabando a pequeña escala, hasta que se introdujo en el tráfico de marihuana y, finalmente, en el de cocaína.
En 1976 fue detenido con 19 kilos de cocaína, aunque su caso fue sobreseído. Por esta época Escobar inició su carrera política. Levantó un barrio para desheredados en Medellín, llamado Medellín sin Tugurios o el barrio de Pablo Escobar, un gueto de 780 viviendas unifamiliares, que construyó con destino a la gente necesitada para obtener los votos que le convirtieron primero en teniente de alcalde del Ayuntamiento de Medellín y, después, como candidato del Movimiento de Renovación Liberal, en diputado suplente del Congreso de la República en 1982.
Cuando la DEA estadounidense lo vinculó como el fundador del Cártel de Medellín, Escobar pasó a la clandestinidad. Además de acusaciones por narcotráfico, sobre él pesaron cargos de asesinatos de políticos y periodistas de su país.
En 1991 llegó a un acuerdo con los Estados Unidos que le permitió entregarse a las autoridades colombianas con la condición de que no lo extraditaran.
Permaneció recluido en una cárcel de máxima seguridad y al mismo tiempo en una celda de lujo durante 13 meses. Huyó pero su situación empeoró pues su familia fue víctima de persecuciones de un grupo mafioso.
El 2 de diciembre de 1993 fue abatido por la policía sobre el tejado de una casa. Tenía 44 años al momento de su muerte.