La inflación galopante sumada a la devaluación permanente del peso y los problemas para importar vehículos de otros países, han generado un combo de problemas en la economía que afecta a todos los sectores. Uno de esos es la venta de vehículos. En este sentido, Carlos Lowe, referente de las concesionarias misioneras, señaló que “ojalá la situación se normalice pronto porque la política socio económica de la Argentina viene decayendo hace bastante y a mí me entristece que un trabajador hoy no se puede comprar un 0km”.
El empresario aseguró que “mis empleados todos andaban en Gol 0km, en Ka 0km, hoy no pueden. Antes un empleado ganaba 25 mil y la cuota era de 5 mil. Hoy el empleado gana 60 mil y la cuota es 25 o 30 mil pesos, el asalariado no se compra más un 0km y el usado casi tampoco, porque vale casi igual”.
Recordó que hace algunos años un empleado de comercio, un docente o un asalariado podía pagar las cuotas pero con los precios actuales es imposible. “Hoy un Gol vale casi 2 millones pesos, es el auto más barato del mercado”, indicó.
En declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones Lowe confirmó el informe publicado hoy en PRIMERA EDICIÓN donde se indicó que los usados valen igual que un 0km en muchos modelos. “Esto ya pasó en el 94, el Duna diesel con dos o tres años de uso valía más que un 0km. Se debe a la fuerte demanda que hay, el mercado está comprador porque se quiere sacar los pesos de encima, la gente no quiere quedarse con dinero y la demanda está superando ampliamente la oferta”, explicó.
“Casi no se consiguen 0km, hay mucha demora, no se están importando vehículos de Brasil, que es el principal proveedor”, prosiguió el concesionario.
Acotó que “si hoy tenés una Ranger o una Amarok o una Toyota con cinco años de uso, normalmente valía el 50% de un 0km, pero hoy una 2016 vale 4,5 millones de pesos y el 0km de ese modelo está en 5 millones o 5.2 millones. Entonces el usado con cinco años está valiendo 85% de lo que vale el 0km, cuando siempre valía la mitad”.
Demora en las entregas
Lowe también relató la situación de escasez y demora en la entrega de vehículos pagados o adjudicados.
“No se consiguen autos o se consiguen pero tengo 10 compradores y tengo uno para vender. Hoy venís con 2 millones de pesos a comprar un Gol y no te voy a vender porque primero tenemos que entregar los vehículos de planes de ahorro que salen adjudicados”, explicó.
“Hace un año demorábamos 15 días en entregar un adjudicado y hoy están superando 4, 5 o 6 meses”, dijo.
Y agregó que la Auditoría General de Justicia de la Nación le permitió a las concesionarias demorar 60 días más en la entrega de vehículos adjudicados.
“Se aprobó la modificación de contratos firmados donde nos permiten tardar 60 días más en la entrega de un vehículo. Quiere decir que a nivel nacional reconocen el problema. Un plan de ahorro adjudicado tenías 80 días de plazo para entregarlo, ahora se habilitó que podamos demorar 60 días más”, sostuvo.
El empresario explicó que tenía un promedio de entrega de 200 vehículos por mes pero el mes pasado solo entregó 70, debido a la escasez. “Sólo estamos entregando a clientes adjudicados de planes de ahorro”, dijo.
“Está todo muy complicado, ojalá pase esto porque hay clientes que vendieron su vehículo y están a pie, con ilusión de comprar uno nuevo pero no lo consiguen. Hay mucha demanda de camionetas, por el agro, los productores cobran su yerba, su madera, el tabaco o el té y tienen que hacer algo con su dinero. Dólares no pueden comprar y autos no hay. Eso hace que los usados sean tan buscados en este momento, porque es lo único que consiguen, pero están pagando lo que no vale”, remarcó Carlos Lowe.
No conviene vender
Consultado acerca de la conveniencia o no de vender los usados, debido a que se están pagando buen precio, el concesionario aseguró que “no lo vendan hasta tener otro asegurado. Tenemos clientes que nos dicen ‘me pagaron re bien’ pero ahora están con el dinero en la mano y cada vez vale menos. No consiguen auto o se terminan comprando un auto más viejo”.
Señaló que debido a esta situación “no estamos tomando dinero para congelar los precios, la gente ofrece pagar el total y lo retira cuando llegue, pero me trasladan el problema a mí, porque tengo que ver qué hago con los pesos, y si me compran un auto de 4 millones, a los seis meses vale cinco y yo pierdo un millón”.
“Sólo estoy tomando en forma simbólica, un auto que vale 3 millones recibo cien mil para tenerlo en lista de espera, pero no me sirve que me entreguen toda la plata”, explicó.
Respeto a la venta, dijo que “tendría que estar creciendo pero a veces hasta desanimamos a la gente, le decimos ‘quédate un año más con tu auto porque no vas a conseguir uno nuevo’, hasta que se normalice la situación”.
Y por último aseguró: “Si quiero vendo 50 camionetas en una tarde, pero no están llegando, va a demorar demasiado”.