Camilo Furlán es un chico de 16 años que le gusta mucho investigar en Internet, especialmente sobre elementos que puedan ayudarlo y a su familia con la producción de la chacra. Cuando comenzó la pandemia, se hizo conocido a través de PRIMERA EDICIÓN por diseñar un dispositivo para medir la humedad del suelo del lombricario de la chacra donde vive con su padre y su hermana, a pesar de no tener buena conexión de Internet. Ahora, su curiosidad y las investigaciones por Internet sobre la reacción de las plantas ante fuerzas externas, lo llevaron a copiar en forma casera el polígrafo que mide el paso de las corrientes por un cuerpo. Mirando tutoriales se animó y compró unas plaquetas, unos arduinos y otros elementos y así logró medir la reacción de las plantas cuando se le aplica corriente eléctrica.
El polígrafo fue diseñado por Cleve Backter en los Estados Unidos y es conocido como el “detector de mentiras” que utilizan las fuerzas de seguridad para saber cuándo una persona miente o no. Este aparato mide el paso de la corriente por un cuerpo, ya sea animal o vegetal. El propio Cleve Backter lo probó en plantas.
Pues Furlán logró medir la resistencia de las plantas al paso de la corriente eléctrica. Como lo explica el funcionamiento del polígrafo es relativamente sencillo. “El polígrafo mide la resistencia que pone un cuerpo al paso de la corriente eléctrica. En el ser humano el polígrafo se utiliza como detector de mentiras y lo que hace es medir el paso de la corriente eléctrica por el cuerpo en determinadas situaciones.
Cuando nos sometemos a una situación estresante, varía el paso de la corriente por nuestra piel y eso se ve en la pantalla de la computadora. Antes se imprimían en tiras de papel. Se conectan dos electrodos, uno que emite una señal eléctrica de cinco voltios y el otro mide la electricidad que llega. Lo mismo se hace en las plantas”.
Chacra ecológica
Camilo vive con su padre y su hermana en una chacra en el Paraje Villa Venecia de Cerro Corá. La producción de su chacra es totalmente ecológica, no utilizan ningún tipo de productos químicos. Concurre a la EPET 46 de Cerro Corá y está preinscripto en la Escuela de Robótica de la Provincia. Con su padre busca tecnificar las labores de la chacra como sensores de humedad, sensores para automatizar el bombeo de agua entre otras. Su curiosidad lo llevó a interesarse por saber y medir si las plantas sienten igual que los animales.
El adolescente aclara luego de muchos días de investigaciones que “las plantas tienen un montón de métodos de comunicación, pero que principalmente tienen la virtud de variar la resistencia al paso de la electricidad en situaciones de estrés. Esto ya lo pudo determinar Backter cuando diseñó el polígrafo. Sólo que el polígrafo se hizo famoso por ser el detector de mentiras. Pero se comprobó que hay plantas que emiten ultrasonidos de frecuencias muy bajas que el ser humano no puede escuchar, pero sí hay formas de percibirlas. También una planta siente y conoce a la persona que la cuida y las que le quieren hacer daños. Tienen sus formas de reaccionar ante cada situación de estrés. Nosotros no lo percibimos a simple vista, pero con este aparato lo podemos medir”.
Variante de lecturas
Camilo aclaró que lo que él hace es medir el paso de la corriente, pero se pueden medir muchas otras cosas. “Le doy paso a cinco voltios de energía y el aparato logra detectar cuando la planta tiene estrés, por ejemplo, cuando apreto una hora con una pinza.
Pero se puede filtrar y separar señales. Para lograr eso tengo que incorporar una nueva plaqueta al arduino y de esa manera poder hacer varias lecturas, como se hace en un cuerpo humano. Al cuerpo del ser humano se le miden los ritmos cardíacos, el estrés y otras funciones. A las plantas también se les puede medir”.