Los asalariados privados en Misiones no cubren la Canasta Básica Total y en los últimos meses poner la comida en la mesa se convirtió en una carrera de obstáculos para ese sector de la clase trabajadora.
“Aún sin saber el dato de salarios de junio para Misiones, pero sí teniendo el dato de canasta para ese mismo mes, ya puedo garantizar que los precios van a estar por encima de los sueldos como está ocurriendo en la mayoría de las provincias y también se cumple para el caso de los misioneros”. La frase, para nada alentadora, del licenciado en Ciencias Políticas Alejandro Pegoraro, pone de manifiesto una realidad taxativa para quienes dependen de haberes fijos.
Consultado por PRIMERA EDICIÓN sobre cómo llegar a fin de mes con cierta tranquilidad financiera, el director de Politikon Chaco compartió algunos tips como para no tener que recurrir a endeudamiento y salir a flote tras los coletazos económicos.
Precios vs. salarios
Durante los últimos dos años, en términos generales en la región NEA todos los productos de la Canasta Básica crecieron por encima de los ingresos, a un promedio de 45% (precios) contra un 37% (salarios).
“En el caso de Misiones, el salario promedio del trabajador privado creció 33% interanual, pero la Canasta Básica total había crecido 15% interanual a marzo. Es decir que en ese momento los ingresos tuvieron una mejora significativa, pero el problema con eso en Misiones es que durante todo el año pasado y gran parte de este, el precio de los alimentos se habían movido a un ritmo bajo; sin embargo, en junio, que es el último dato disponible de la Canasta Básica Misionera, los precios pegaron un salto muy fuerte al punto que licúa esa diferencia”, expresó Pegoraro, especializado en comunicación institucional y campañas; en Políticas Públicas y en Economía del Sector Público.
“En este contexto, algo que se está dando, más por necesidad que por convencimiento es migrar al consumo básico, a la compra de segundas y terceras marcas, por un lado. En términos de alimento, no es que sean malos, pero sí tienen una calidad rebajada. En Argentina las crisis que hay nos obligaron a crear un mercado muy grande de segundas y terceras líneas de marcas, donde los ahorros pueden llegar a ser significativos”, aseguró.
Programas de ahorro
“Creo que es un momento de gran aprovechamiento en lo que tiene que ver con la oferta bancaria, en donde en diferentes bancos, sobre todo los públicos y algunos privados, que tienen diferentes líneas de promociones”, mencionó Pegoraro sobre los programas Ahora.
“Los programas de fomento de consumo con tarjeta no están en todas las provincias, y de hecho en la gran mayoría no hay nada parecido y que sabiéndolos aprovechar pueden permitir hacer una diferencia al final de cada mes en la compra, sobre todo de la canasta básica”, remarcó.
Desechar consumo hormiga
“La realidad es que hay muchos gastos que se hacen en cuotas y que están vinculados más a lo ocioso que a la necesidad y esa sobrecarga de consumo, posiblemente genera que en un mes malo un familia pague el mínimo y a partir de ahí se entra en un remolino que lo único que trae son problemas, entonces quizá un par de meses uno debe ajustarse al máximo para poder tener la tarjeta al día y sostener el gasto total, para después poder gozar de algún tipo de excedente”, fue otra de las sugerencias de Pegoraro.
“Lo que primero que se tiene que instalar es la plena conciencia de que el pequeño gasto nos lleva a un mal estado económico. No nos damos cuenta porque son 100 pesos acá, 200 pesos allá y eso al final del mes suma. A veces el gasto hormiga tiene que ver con la calidad de vida. Cuando uno se los ajusta siente que está perdiendo calidad de vida, pero en realidad son esfuerzos que hay que hacer en momentos muy difíciles para los hogares, como para poder llegar a fin de mes tranquilo y no tener que recurrir a endeudamiento para poder poner comida en la mesa. Es algo que está ocurriendo mucho y después genera el problema de ir quitando poder adquisitivo”, finalizó.
El problema de fondo que significa usar la tarjeta de crédito para comprar comida es que los ingresos de los hogares están siendo reprimidos, mientras que los precios de la comida están creciendo con una velocidad importante”.
Alejandro Pegoraro, politólogo
Compra mayorista y buscar precio, aliados
A nivel general en el país, los salarios están deprimidos respecto a la inflación y en algunas zonas particulares del país, como el NEA, los salarios son bajos en términos generales y un alza de precios que está entre las más importantes de todo el país. Para colmo, la población trabajadora carece de educación financiera y cuando se atraviesa un ciclo económico de ajuste, los trabajadores se tienen que acomodar a los golpes.
“En un escenario donde el sueldo no alcanza, hay que recurrir a instrumentos financieros, como por ejemplo la tarjeta de crédito para comprar comida, que vendría a ser el gasto más irresponsable financieramente”, analizó Pegoraro sobre cómo algunas familias “estiran” el sueldo para llegar a fin de mes.
Sobre el tema PRIMERA EDICIÓN sondeó con algunas amas de casa y jefes de hogar.
Joselo Prado, soltero y vive en un alquiler, contó: “Trato de separar el efectivo, en partes para cada gasto, para alquiler, comida, internet servicio que ahora comparto, una pequeña parte para alguna actividad de ocio si se da. Vivo solo y no tengo mascotas, diría que sobrevivo”.
Claudio Daniel también explicó a este Diario cómo se organiza: “Trabajamos con mi esposa, lo que hacemos es pagar todos los servicios más víveres a medias. Hacemos una compra grande para el mes y vamos reponiendo lo que más se consume. Por semana compramos frutas y verduras, las tarjetas las usamos para comprar algo que nos falte en casa y que no lleguemos con el efectivo. A veces decimos le ganamos a la inflación acá en esta compra o en esta, pero bueno sabemos que es difícil y hay que ponerle el hombro”.
Carmen Melot, vecina de Candelaria, también compartió su estrategia: “Compro carne para dos meses y una caja de pollo aprovechando el Ahora Carne. Al siguiente mes compro pescado. Todo en el mayorista que me permite conservar el precio si compro 6 unidades o más. Al cabo de un tiempo uno se acomoda”.