Por Gabriel Fernández
¿Qué tienes mi tierra roja que a todas partes te llevo? Es una pregunta que indaga en la influencia de todo lo que nos rodea para conformar nuestra visión del mundo y de la cual es casi imposible despegarse. Al hablar de la cultura y las distintas expresiones que de ella surgen, el mundo artístico de lo regional no deja explorar nuevas formas, despegándose así de la visión tradicional. Es aquí donde la música local, hecha en Misiones, hace tiempo superó el ámbito de lo folclórico y todo el tiempo se reinventa.
ENFOQUE dialogó con distintos artistas, productores y cantantes acerca de la música, la cultura y la actualidad de Misiones, con todos los desafíos y sorpresas que pueden darse en medio de la pandemia de coronavirus.
Desde las vivencias
Desde la comunidad Fortín Mbororé en Puerto Iguazú, Luis Mbareté, compartió que “tenemos una banda intercultural, que se llama Ha’e Kuera Ñande Kuera, que significa ellos y nosotros. Con esto queremos decir que, para los mbya, la lucha no es sólo nuestra, sino de muchos más para generar fuerza. Hacemos un poco de rap, reggae, hip hop, cumbia, todo tipo de música desde hace ocho años”.
Como experiencia cultural, “buscamos sobre todo contar nuestra realidad, porque muchos hablan sin saber de los mbya y queremos transmitir un mensaje positivo, ya que la lucha nunca se detuvo y el Estado siempre está sólo para los blancos. Usamos una herramienta como es el rap, el hip hop, para mostrar lo que pasa en las aldeas de Misiones, con historias, el monte, el atropello en las comunidades de gente que viene de afuera”, agregó.
En cuanto al camino musical, Luis recordó que “empezamos cerca del 2013, cuando estábamos en la escuela primaria y gracias a quien daba clases de guitarra, Berenice Teixeira, con quien conocimos los instrumentos”. Junto a Fabián, el otro cantante que continúa en la formación, “escribimos algunas letras, pero cuando arrancamos era todo improvisado y en guaraní. Con el tiempo conocimos a un grupo de rap de Brasil e hicimos algunos covers de sus temas para una presentación de fin de clases en la escuela en Mbororé. En ese momento se grabó un video, que se hizo viral en Iguazú, pero después nos invitaron a otros eventos. Nos dimos cuenta que a través de la música podíamos contar algo, todo lo que vivimos en la aldea”.
Con el tiempo, “fuimos creciendo y surgió la oportunidad de grabar, gracias a todas las personas interesadas de Oberá y Posadas. El primer tema que grabamos con un video oficial se llama nación guaraní. Nuestro primer tema del disco se llama: devuélvannos nuestra tierra. También participó un coro de niños de Fortín Mbororé”.
Sin embargo, Luis aclaró que son parte de una experiencia colectiva. Sobre esto, el productor musical y audiovisual de Ha’e Kuera Ñande Kuera, Sergio Roberti, explicó que “esto es un grupo, una amistad, porque los chicos pasan meses acá en Posadas y todo lo bancamos entre nosotros”.
Como movimiento artístico, “este colectivo está conformado no sólo por personas que se suben al escenario, tenemos antropólogas, diseñadoras, escenógrafos, es todo un equipo técnico. Hacemos nuestros propios proyectos y estamos en contacto con músicos de otros estilos de las diferentes aldeas”, añadió.
Roberti aclaró que en Misiones “hay discursos que hablan de lo tradicional y señalan por qué cantan hip hip, si no es su estilo. Eso es puro odio, pareciera que por ser indígena debería seguir una estética y cultura, que no se admite que cambie, cuando la nuestra está en constante cambio y nadie discute su legitimidad”.
Como colectivo, remarcó que “hay una resistencia contra los discursos que se producen acerca de la banda, que tiene varios ‘haters’ más preocupados por hablar en redes que seguir la música. Por eso hablamos de arte y resistencia, con un reclamo fuerte por los territorios, empresas que cortan árboles y una manera de ver el mundo que es diferente, que debe respetarse. El que exista gente que odie el proyecto significa que el mensaje llega, molesta, choca contra una moral y a las personas no les gusta ser interpelados con esos temas”.
Ha’e Kuera Ñande Kuera “tiene ocho años, donde varios músicos han estado y siempre apoyando el proyecto. Esto se fundó con Berenice, cuando daba clases en varias aldeas. Fabián y Luis, junto a otros chicos, fueron acercándose a la música. Se juntaron así otros músicos, personas de la aldea Mbororé, para sacar algunos temas. Ganamos un concurso a nivel nacional, donde participaron 24 bandas, y tuvimos la suerte de poder grabar un disco. Se abrieron un montón de puertas y estábamos por compartir escenarios con gente muy grande, que no podíamos creer. Teníamos planeado para el 2020 una mini gira, pero justo empezó la pandemia y quedó en la nada”.
Música con perspectiva de género
En Misiones, la resistencia cultural no se refiere sólo a las comunidades originarias, porque aparecen otros sujetos que buscan su participación e igualdad en los escenarios: las mujeres y las disidencias.
Desde la agrupación Músicas Unidas de Misiones (MUM), Ronda Méndez Caldeira contó que “esto nació cuando se elaboró la agenda de género a nivel nacional y se abrieron foros para referentes provinciales de distintos puntos de Argentina. A partir de ahí, conformamos una red de mujeres y disidencias de la música, donde se contagia el espíritu de visibilizar al sector en los escenarios”.
De esta manera, “empezamos a compartir y hablar un poco sobre la ley de cupo que establece un 30% de cupo de presencia femenina en los escenarios. La participación en festivales es muy desigual para las mujeres. Hay una gran diferencia de convocatorias para las artistas y estar visibles en los escenarios”, añadió.
En MUM, “contamos con una grilla con más de 100 mujeres de la provincia agrupadas, para generar playlist de artistas, algunas que recién se inician y otras ya afines. Es un espacio para tener visibilidad y trabajo. Son mujeres y disidencias de toda la provincia y no necesariamente cantantes o que toquen algún instrumento, sino también convocamos a técnicas, productoras, todos los que sean afines a la música”, precisó.
Al hablar de una brecha de género, detalló que “es notorio que, para armar y tocar en escenarios, el equipo técnico en su mayoría son hombres. Así que son espacios donde buscamos una participación y queremos trabajar a la par de todos, porque la historia nos tiene relegadas en diferentes espacios”.
En este sentido, indicó que “las mujeres tenemos un trabajo que en gran parte no es remunerado. Al ser madre, para criar a mi hijo sola, mi carrera artística demora 10 años más que los hombres en el mundo del arte. Si no tenemos niñeras o una solvencia económica extra, hay que relegar cosas por los cuidados. Es algo que viene de larga data y pasa incluso con nuestras madres”.
Con el surgimiento de leyes y espacios para hablar de mujeres y disidencias, “de a poco, se va rompiendo un poco el paradigma y se abren los ojos para estar más atentas a nuestros derechos”, aseguró Méndez Caldeira.
En la provincia, enumeró que “tenemos mucha variedad de estilo, hay un gran destape de chicas muy jovencitas que son raperas, en el ámbito de hip hop. Tenemos mujeres que ejecutan todos los estilos. En MUM hay chamameceras, folcloristas, cantantes de música cervecera, rock, bossa nova, pop, DJ, de todo”.
Nuevas generaciones
La cantante, compositora y profesora de canto de Grillitos Sinfónicos, Daira Morales Heller, compartió su experiencia con su alumno Tiziano Alfonso, quien con sólo 7 años sorprendió a todos con el poder de su voz, luego de viralizarse un video mientras era atendido en el Hospital de Pediatría de Posadas: “Me sorprendió ver a un niño tan especial, porque no se encuentra todos los días uno al que le guste el lírico. Fue un desafío enseñar a alguien algo que llevo tantos años aprendiendo, porque el canto lírico es la base para cualquier canción, pero fue algo hermoso”.
A nivel de entrenamiento en el mundo de la música, manifestó que “me encanta que los niños puedan encontrarse a través del arte y saber lo que les gusta, estar involucrados en su desarrollo artístico es muy emocionante”.
Al momento de asistir a las clases, Morales Heller detalló que “ninguno de los chicos está obligado a ir y lo hacen porque lo sienten, piden a sus padres que los lleven. Incluso conozco alumnos que fueron a clases de música, teatro y otras actividades a escondidas, sin decirle a los padres, pero estos al descubrir lo que podían lograr sus hijos quedaban sorprendidos y no pueden creer el talento en ellos”.
En el mundo artístico particular, contó que como cantante “estaba en el mundo del folclore y canciones referentes a nuestra región, pero hace poco empecé a largarme en otros géneros, como cumbia cachaca, reggaetón, pop, trap. También compongo y dentro de poco voy a lanzar algo en el género urbano”.
Al momento de iniciarse en el folclore, recordó que “pensé que quería transmitir algo a los jóvenes, porque me parece que hay algo muy rico que debe seguir latiendo y no puede morir. Es una música de nuestra tierra, con una presencia cultural que necesita ser escuchada por las nuevas generaciones y que influyó en otros géneros”.
Respecto a la pandemia del coronavirus, opinó que “para muchos artistas fue muy difícil, porque algunos vivían exclusivamente de los shows de los fines de semana, festivales y tuvieron que empezar a rebuscarse. Algunos tuvieron que empezar a hacer delivery, reinventarse con todo esto. Fue un desafío para todos los músicos y las plataformas virtuales fueron un lugar donde hubo que amigarse”.
En Misiones, “el ministro de Cultura tuvo un desafío muy grande en la pandemia, porque había muchos proyectos que debieron rearmarse. Para los músicos también debería darse un mayor acceso a la información respecto a los subsidios, ayudas culturales y colaborar con los artistas que quieren involucrarse en el ambiente”, finalizó la cantante.