En el inicio de la temporada de cosecha de frutillas, los precios que se pagan en la capital de Misiones están muy por encima de la carne de primera: 1.200 pesos el kilo.
Rosa Rodríguez, dueña de la verdulería “La Frutería” en la zona Oeste, graficó lo que sucede en distintos puntos de las afueras y del centro de la ciudad: “No hay ni para remedio”.
“En la feria no hay frutilla, este año muy pocos colonos plantaron y creo que no la van a vender. Se conseguirá la que traigan en el Mercado Central únicamente, porque nuestros chacareros producen muy poco, con los plantines que les fueron quedando, pero no a escala”, fueron las palabras del presidente de las Ferias Francas, José Villasanti consultado sobre el mismo tema.
En una recorrida exhaustiva de PRIMERA EDICIÓN por distintas fruterías posadeñas y los Mercados de Santa Rita y de Villa Urquiza, la respuesta fue la misma: “Serán privilegiados quienes puedan comprarlas para algún postre o para preparar jaleas”.
La razón de la escasez y el elevado costo tiene que ver también con que la cosecha está comenzando con algunos tropiezos en Coronda (Santa Fe), donde el “pico” de frutillas se produce entre septiembre y octubre; por lo tanto, la que se consiga será muy cara. La estimación es que los valores desciendan a más de la mitad cuando aumente la oferta.
Ramón Rodríguez, vendedor ambulante, tiene la expectativa puesta en el avance de la temporada ya que “recién está empezando a entrar lo primero al mercado”, dijo.
“Los vendedores ambulantes no pudimos comprar, porque de costo nomás teníamos que tener 15 mil pesos en el bolsillo para traer 10 cajitas y la gente no va a pagar lo que sale. Comenzamos complicados este invierno, el tomate subió y la banana no madura por la helada”, se explayó Rodríguez.
Intentos infructuosos
Coronda es una de las principales localidades de la Argentina que se dedica a la producción de frutillas, con 300 hectáreas plantadas así como lo hacen Arroyo Leyes con 40 hectáreas y lo mismo en Santa Rosa de Calchines.
Se trata de una actividad limitada por el avance inmobiliario sobre los predios productivos. Por ese motivo, hace algunos años, productores de Misiones habían intentando abrir un mercado productor de frutillas local, porque el suelo y el clima son muy aptos; sin embargo hubo muchas complicaciones con la provisión de plantines de parte del INTA.
“El tema empezó mal desde los plantines que había que comprar, provenientes de Mendoza y que salían muy caros. Para colmo, muchos no garantizaban una producción. justamente por eso nuestros productores dejaron de plantar”, aclaró Villasanti.
A la pregunta sobre si se conseguirán mejores precios durante el transcurso del invierno, o bien, mucho más cerca de la primavera, Villasanti enfatizó, “la feria es un espacio donde los clientes van a buscar precio y calidad, lo que ocurre con la frutilla es incomparable y además no es de primera necesidad”.
Indicó el productor: “Acá lo complicado es conseguir el plantín. El INTA nos traía en su momento, pero a precios demasiado elevados y los productores dejaron de intentar que broten a escala”.
Esperanzas en la Biofáfrica
El experimentado productor garantizó que “el clima es apropiado, nuestra tierra es apropiada, sólo hace falta que nos garanticen plantines de calidad certificada y eso va a ser importante para la cuenca de frutilla de la provincia, porque los productores se van a volcar a producirla. El rol de nuestra Biofábrica también debería ser la de proveedora de materia prima de calidad para el colono”, deseó José Villasanti.
“Para poder producir tenemos que asegurarnos la calidad de los plantines y que tengamos garantía de los resultados porque pagar tan caro y que no produzca, no da”.